martes, 12 de julio de 2016

EL JEHOVÁ DEL ÉXODO.

CONTRA EL RUSELISMO PARTE X   

El libro de Éxodo presenta evidencias irrefutables de que Jehová es el Dios que acompañó al pueblo de Israel en el desierto por cuarenta años. Jehová les daba luz cuando caminaban de noche por el desierto, y los cubría con su sombra de día porque estaba en la nube. Jehová los hizo pasar por en medio del mar en tierra seca; Jehová es el que dio el maná a su pueblo; Jehová es el que dio agua de una roca.
Observe y analice detenidamente que los textos expuestos en este tema no tienen una sola evidencia, ni hablan en forma implícita de que Jehová sea Cristo Jesús, ni mucho menos el arcángel Miguel. Tenga Biblia en mano.

Jehová en la nube.

El pueblo israelita solo avanzaba cuando la columna de nube se movía, si la columna de nube se detenía el pueblo de Israel acampaba, porque Jehová de los ejércitos estaba en la nube protegiéndolos y guiándolos. 
“Y Jehová iba delante de ellos durante el día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir de día y de noche.  La columna de nube no se alejaba de delante del pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche” (Éxodo 13:21-22 Biblia TNM).

Jehová bautiza en el mar.
Juan el Bautista no es el primero en bautizar, el primero en bautizar en agua es Dios Jehová, el escenario fue en el mar rojo, y los bautizados fueron las 12 tribus de Israel.
“Moisés ahora extendió su mano sobre el mar; y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se iba efectuando una partición de las aguas. Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda” (Éxodo 14:21- 22 Biblia TNM).

Jehová da el alimento celestial.

“Y los hijos de Israel comieron el maná durante cuarenta años, hasta su llegada a una tierra habitada. El maná fue lo que comieron hasta su llegada a la frontera de la tierra de Canaán” (Éxodo 16:35-36 Biblia TNM).
Dice el libro de Éxodo que el maná se parecía a la semilla de cilantro y su sabor era exquisito, como hojuelas con miel. Cuando el pueblo recogía demasiado y lo guardaba para otro día criaba gusanos y hedía, solo debía recogerse lo que según pudiera comerse, cuando el sol calentaba se derretía. Solo los días viernes recogían doble porción, porque al día siguiente que era sábado, día de reposo, nadie debía trabajar, era entonces que el maná no se echaba a perder.

Jehová les da la bebida espiritual.

Los hebreos a pesar de que experimentaban día a día las obras maravillosas de Dios carecían de fe. Así que cuando les faltó el agua los invadió el pánico porque estaban seguros que morirían de sed en medio del desierto, Moisés se sintió agraviado por las exigencias de ellos y pensó que dentro de poco sería apedreado, entonces clamó a Jehová Dios, en respuesta Jehová le dice a Moisés:
“¡Mira! Yo estoy de pie delante de ti allí sobre la roca en Horeb. Y tienes que golpear en la roca, y de ella tiene que salir agua, y el pueblo tiene que beberla”. Posteriormente, Moisés lo hizo así a los ojos de los ancianos de Israel. De modo que llamó el lugar por nombre Masah y Meribá, a causa del reñir de los hijos de Israel y a causa de que pusieron a prueba a Jehová, diciendo: “¿Está Jehová en medio de nosotros, o no?” (Éxodo 17:5-7 Biblia TNM).
La pregunta de los israelitas era “¿Está Jehová en medio de nosotros, o no?”. El libro de Éxodo nunca menciona en forma explícita o implícita que Jehová era representado por Cristo Jesús, o por el arcángel Miguel. El libro de Éxodo verdaderamente confirma que era Jehová el Elohim glorioso el que estaba en medio de ellos. ¿Pero, era Jehová el Padre? 

CONTINÚA...

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