jueves, 7 de julio de 2016

GENERACIÓN E INMUTABILIDAD


CONTRA EL RUSELISMO PARTE II  

La generación

La Escritura misma habla sobre la existencia del Padre y la existencia del Hijo, deja en claro la generación en el Padre y la generación en el Hijo, demuestra una gran diferencia entre ambos. Aunque el Padre y el Hijo se llaman Jehová (Éxodo 6:2-3; Jeremías 23:5-6; 33:15-16), son dos Seres distintos. Por las mismas Escrituras queda comprobada la filiación; es evidente que el Padre engendró al Hijo.
El Antiguo Testamento presenta evidencias irrefutables acerca de la filiación e inmutabilidad entre progenitor y engendrado.

Salmo 2:7 el Padre hablando en primera persona: “Yo seré a él Padre”
El Padre refiriéndose a una segunda persona: “Y él me será a mí hijo”

En Salmo 2:8 está el Padre diciéndole al Hijo, pídeme:
Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra”.
El rey David no reinó sobre todas las naciones que existían en su tiempo, él no tomó como posesión los confines de la tierra.
Luego entonces esta palabra profética no aplica al rey David, sino a Cristo Jesús.

En Salmo 2:11 el rey David dice que adoremos al Padre con temor y temblor: “Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor”.

Y en el Salmo 2:12 el rey David profetiza que honren al Hijo de Dios:
“Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían”.

Proverbios 8:30 dice que Jesucristo estaba junto a su Padre creándolo todo:
Yo estaba con Él como alguien en quien Él podía confiar. Para mí, todos los días son pura delicia, mientras jugaba en su presencia todo el tiempo”.

En Proverbios 30:4 el profeta Agur pregunta por el nombre del Padre y el nombre del Hijo (y no conocía el evangelio de Jesucristo).
¿Quién ha subido al cielo y ha descendido? ¿Quién ha atrapado al viento en la taza de su mano? ¿Quién ha envuelto las aguas en su manto? ¿Quién tiene dominio de los confines del mundo? ¿Cuál es Su Nombre y cuál es El Nombre de su hijo? ¡Seguramente tú sabes!

El Nuevo Testamento presenta evidencias de que el Padre mayor es que Jesucristo:
“Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” (Juan 10:31).
“Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo” (Juan 14:28).

En el bautismo de Jesucristo está presente la Trinidad, el Padre en el cielo, el Hijo emergiendo de las aguas bautismales y el Espíritu Santo como paloma descendiendo del cielo.
“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17).

Es verdad que Dios es uno (Dt. 6:4), también es verdad que el Padre es Omnipresente, puede estar en todas las galaxias del universo, puede estar en todos los puntos de la tierra a la vez; y al mismo tiempo estar presente en el bautismo de su Hijo amado. Pero es tonto y ridículo creer que el único Dios puede proyectarse en tres “modos” diferentes: Como Padre, como Hijo y como Espíritu Santo, a partir de un solo Ser. El modalismo de los sabelianos, está basado en un absurdo argumento que solo ha confundido a los cristianos evangélicos pentecostales unitarios.

Esteban uno de los seis diáconos, vio a dos personas en el cielo, a Jesús a la diestra de Dios:
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios” (Hechos 7:55).   

La otra diferencia que hay entre el Padre y el Hijo la encontramos en
1Corintios 15:27.
“Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas”
Es incongruente que el Dios único haga un desdoblamiento y forme dos personas distintas; para cumplir lo que dijo en 1Corintios 15:27, que el Padre le sujete al Hijo todas las cosas.

La inmutabilidad

Un diccionario explica la inmutabilidad en tres simples palabras: “Que no cambia”.
Otro diccionario la explica mejor: “Que no cambia ni puede ser transferido a otro”.    
Santiago el siervo de Dios y del Señor Jesucristo dice que en el Padre glorioso no hay  mudanza o mutabilidad; el Padre es inmutable.
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

¿Pero sustancialmente qué es lo que no cambia ni puede transferirse dentro de la misma Trinidad? La personalidad o identidad.
El Padre no puede cambiar a Hijo porque es inmutable, y su εγω (Yo interno) no puede ser transferido a otra persona. En el A.T., Malaquías 3:6 habla de la inmutabilidad de Jehová, el Padre manifestando todos sus atributos, su identidad “Yo Soy el que Soy”, sus estatutos, su amor que no destruye sino que edifica, su demanda de ser honrado, adorado y exaltado. 
Jehová el Hijo también es inmutable por lo tanto no puede cambiar a Padre. El sigue siendo Cristo Jesús y su εγω (Yo interno) tampoco puede transferirse a otra persona; oberve que el N.T. dice que Jesús es el mismo desde la eternidad y hasta la eternidad, pero con respecto a nuestro tiempo , puede decirse que él es el mismo en el pasado, en el presente y en el futuro (Hebreos 13:8). Jesús desde la eternidad ha estado a la diestra del Padre (Juan 17:5) con gloria y majestad, como un ser espiritual y, cuando él descendió a la tierra repartió dones a los hombres llevándose nada más una cosa al cielo, el cuerpo humano. 
¿Dónde dice la Biblia que Jesús es el Dios único, y que puede manifestarse en tres "modos" diferentes como Padre, Hijo y Espíritu Santo? No existe tal argumento bíblico.
El apóstol Pablo dice que el Padre habita en luz inaccesible (1Timoteo 6:16). Que solo el Padre es inmortal ¿Si recuerda amado lector que el Hijo murió en la cruz por nuestros pecados?  
Nuestro Señor Jesucristo habló respecto a su vida: "Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar" (Juan 10:14-18). 
El cuerpo humano del Hijo sirvió como ofrenda excelente para el Padre, fue el mejor sacrificio para redimir la vida de toda la humanidad Luego entonces el Padre y el Hijo son diferentes.   

CONTINÚA…


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