CAPÍTULO
XXII
PATERALOGÍA,
ABBA PADRE.
La
Pateralogía es la ciencia que estudia al Padre en todos sus aspectos, su
identidad, autoridad, majestad, atributos, naturaleza, poder, gloria y
adoración.
La
forma de distinguir a cada uno de los miembros de la Trinidad es por medio de los
oficios que desempeña cada uno de ellos. El oficio del Padre es llevar a cabo toda
la logística, Él tiene el control de todas las operaciones que ejerce el Hijo, el
Espíritu Santo, los serafines, los querubines, los arcángeles, los ángeles y su
iglesia:
“6 Y hay diversidad de operaciones,
pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo” (1Corintios
12:6).
En los cuatro evangelios
siempre vamos encontrar que el Hijo está glorificando a Su Padre. Y el Espíritu
Santo que mora en el interior de Dios hace que la Iglesia de Cristo clame
¡¡Abba Padre!!
Si
usted agudiza su mirada, podrá ver en el NT que nuestro Señor Jesucristo nunca
utilizó la palabra Jehová para dirigirse a su Padre. No existe un solo verso en
los 4
evangelios
donde Cristo haya dicho de esta manera: ¡Jehová, Padre mío!
Aquel
Dios inaccesible, que ninguno de los mortales podía mirar directamente, ahora es
accesible mediante su Hijo Primogénito, ahora es un Padre cercano a nosotros. Cuando
los discípulos le dijeron a Jesús enséñanos a orar, él les enseño de esta
manera:
”9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro
que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. 11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también
nosotros perdonamos a nuestros deudores” (Mateo
6:9-12).
Las veces que Jesucristo oró a su Dios nunca
utilizo el bendito nombre de Yahweh, (no pretendo decir que el Santo Nombre ha
sido invalidado). Jesús oraba a Dios diciéndole Padre, mostrando un nuevo vínculo
mucho más cercano entre el Padre y sus hijos.
El objetivo principal del Hijo NO fue dar a conocer el nombre de Dios, pues
toda la nación judía sabe que su Elohim se llama יְהוָה YHWH.
El objetivo primordial de Jesús era
presentar a Dios como el Padre de todas las naciones, presentar al Padre que ama,
que perdona…
“48 Sed,
pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo
5:46-48).
…que ha dejado de ser innombrable, que
anhela habitar no en un templo hecho con manos humanas sino en templos que Él
ha hecho con sus propias manos:
“24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la
tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hechos 17:24).
“16 ¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1Corintios
3:16).
“19 ¿O ignoráis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1Corintios 6:19).
יְהוָה
YHWH Elohim buscó la forma perfecta para manifestarse al ser humano por medio
de su Hijo, no por medio de la ley:
“5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y
los hombres, Jesucristo hombre (1Timoto
2:5).
Los nombres
del Padre.
Solo
en el AT encontramos una gran variedad de nombres del Dios de Abraham, de Isaac
y de Jacob. Tanto los Nombres como los títulos de Dios designan su carácter, su
virtud, su atributo o su majestad. Los nombres y títulos de Dios son
aproximadamente 20.
1.
ADONAI
= El Señor, mi gran Señor. Dios es el
Amo y Señor
majestuoso. Dios es nuestra autoridad plena. Salmo
8:1-9; Isaías 40:3-5, Ezequiel 16:8; Habacuc 3:19.
2.
EL = El
Fuerte. Él es más poderoso que cualquier dios falso Éxodo 15:2; Números 23:22, Deuteronomio 7:9 (Mar_15:34).
3.
EL-ELOHE
ISRAEL = Dios de Israel Génesis 33:20; Éxodo 5:1, Salmo 68:8; Salmo 106:48.
4.
EL-ELYÓN
= El Dios altísimo. Génesis 14:17-22;
Salmos 78:35; Daniel 4:34 (Hechos 16:17).
5.
ELOHIM
= Dioses, este nombre describe la pluralidad de Dios y se encuentra en la
mayoría de todo el libro de Génesis hasta Éxodo 3:13. Génesis 1:1-3; Deuteronomio 10:17, Salmos 68:1-35.
6.
EL-OLAM
= El Dios Eterno: Génesis 21:33; Salmo 90:1-2, Isaías 40:28 Romanos 1:20.
7.
EL-ROI
= Viviente que me ve. Cuando Agar huyó de su ama Saraí, ella contempló una
teofanía y el testigo fue un pozo de agua y lo llamó: ”Pozo del Viviente que me ve”.
En hebreo se escribe de esta manera: Beer-lahai-roi. Génesis 16:7-14.
8.
EL-SHADDAY = El todo suficiente, El Dios de las montañas, Dios Todopoderoso. En Éxodo 6:2
Dios le dice a Moisés que los patriarcas lo conocían con este nombre. Génesis 17:1-3; Génesis 49:25, Génesis 35:11, Salmo 90:2.
9.
EMANUEL
= Dios con nosotros Isaías 7:14; Isaías 8:8-10
(Mateo 1:23).
10.
YAHWEH-JIRÉ = Jehová proveerá. Dios
quiso probar la fidelidad de Abraham pidiendo la vida de Isaac en sacrificio, pero
le proveyó un cordero a cambio de Isaac. Génesis 22:13-14; Salmo 23:1-6 (Marcos 10:45; Romanos 8:2).
11.
YHWH MECADDESH = El Señor que santifica. Éxodo 31:12-13 (1Pedro 1:15-16; Hebreo 13:12; 1Tesalonicenses 5:23-24).
12.
YWHW NISSI = El Señor es mi bandera Éxodo 17:15-16; Deuteronomio 20:3-4, Isaías 11:10-12 (Efesios 6:10-18).
13.
YHWH-SHALOM.
Cuando Gedeón vio cara a cara al ángel de Yahweh estaba seguro que moriría,
porque había mirado a Dios. Pero le fue perdonada la vida y levantó un altar
con el nombre de Yahweh-Shalóm. Números 6:22-27; Jueces 6:22-24, Isaías 9:6 (Hebreos 13:20).
14.
YHWH-RAFÁ
= El Señor sana Éxodo 15:25-27; Salmos 103:3, Salmos 147:3 (1Pe_2:24).
15.
YHWEH-ROHI
= El señores mi pastor. Salmos 23:1-3, Isaías 53:6 (Juan 10:14-18;
Hebreos 13:20; Apocalipsis 7:17).
16.
YHWH-SHAMMAH
= Jehová está presente; Jehová allí. Ezequiel
48:35; Salmos 46:1-11 (Mateo 28:20; Apocalipsis 21:1-17; 21:18-27)
17.
YHWH-T´SEVAOT 1Saías 1:3; 1Samuel 17:45; Salmos 46:7, Malaquías 1:10-14 (Romanos 9:29).
18.
YHWH-TZIDKENU
= Jehová es nuestra justicia, Jeremías 23:5-6; Jeremías 33:16; Ezequiel 36:26-27 (2Corintios 5:21).
19.
JAH = Abreviatura del nombre de Jehová.
20.
YHWH O JHWH “YO SOY”, el que es autoexistente Éxodo 3:14.
Dios, uno diferente
al Mediador.
La Biblia jamás nos presenta a un Padre polimorfo, al contrario
Él es presentado como Inmutable. La Escritura nos muestra que
la gran Magnificencia ejerce autoridad sobre su Hijo, sobre su Espíritu Santo y
sobre su creación, entonces el Padre no puede desempeñar la labor de mediador, porque
este oficio lo desempeña únicamente el Hijo.
El apóstol Pablo dice que todas las cosas proceden del Padre y los
creyentes somos para Él. Y Jesucristo es el mediador por el cual todas las
cosas existen, y nosotros existimos por medio de él:
“5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el
cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas, y nosotros somos para
él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y
nosotros por medio de él” (1Corintios
8:5-6).
Este texto expresa que todas las cosas proceden del Padre, y que su
Hijo, el Señor, es el medio de nuestra existencia. Así que el Padre y el Señor
no son una sola Entidad, según el apóstol Pablo.
Solamente el Padre es Invisible e Inmortal.
Las Sagradas Escrituras demuestran
que Dios es invisible e inmortal. Nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles Juan
y Pablo enseñaron que a Dios nadie le ha visto jamás. A partir de este argumento
se puede deducir que ni siquiera Moisés “vio” el rostro de Dios como lo declara
Éxodo 33:11. Es posible que Moisés se
guiara por la voz que salía de la luz inaccesible. Es posible que Moisés distinguiera
la diferencia de voces de cada miembro de la Trinidad, aunque la Biblia no lo
dice. Luego, entonces ¿a quién vio Moisés en Éxodo 33:11? A Jesucristo.
El primero que afirma que nadie
ha visto al Padre es el Cristo de la gloria.
“46 No que alguno
haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre” (Juan 6:46).
El segundo que afirma que Dios
Padre es invisible es el apóstol Juan:
“18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado
a conocer” (Juan 1:18).
El tercero que afirma que Dios es invisible es el apóstol Pablo.
“15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
(Colosenses 1:15).
Varios pasajes del NT nos dan una referencia muy clara de dos atributos
del Padre, su invisibilidad e inmortalidad:
“17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria
por los siglos de los siglos. Amén” (1Timoteo 1:17).
“16 el único que tiene inmortalidad, que
habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede
ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén” (1Timoteo 6:16).
¿Acaso la Biblia dice que
Moisés y el Pueblo de Israel vieron a Jesucristo? Por supuesto, el AT asegura
que Jehová se les manifestó; sin embargo, en el NT, el apóstol Pablo dice que
la roca que los seguía era Cristo (1Corintios 10:1-4).
Solo el Padre es inmortal
e invisible, Él permanece en luz inaccesible donde ningún hombre lo
puede ver como lo dijo nuestro Señor Jesucristo y sus apóstoles Juan y Pablo.
Solo Dios Hijo se hizo visible se
manifestó a los hombres y murió en la cruz. Como podrá ver amado lector(a),
la Pateralogía nos ayuda a comprender las marcadas diferencias entre el Padre y
el Hijo.
CAPÍTULO
XXIII
CRISTOLOGÍA
CRISTOLOGÍA.
Esta palabra es el resultado de la composición de los términos Christos
(que en griego significa «ungido» y es la traducción de la palabra hebrea
maschiach, y logía (que significa discurso, reflexión). Por tanto, su
significado original es: discurso sobre (Jesús) Cristo. De hecho, la cristología
no es más que la explicitación de todo lo que está encerrado en la simple
confesión de fe Jesús (de Nazaret) es el Cristo, o bien, el Ungido, el Enviado
último de Dios a la humanidad, según las esperanzas mesiánicas de Israel.
Todo el
Nuevo Testamento es una confesión de fe en Jesús de Nazaret como Cristo,
Mesías, Salvador, Hijo de Dios, y en su misión salvífica en favor del hombre. DICCIONARIO DE TEOLOGÍA CATÓLICA.
La
Cristología demuestra que Jesucristo jamás se ha manifestado en tres modos diferentes
sino en muchos modos, y las funciones que él desempeña nos permiten
distinguir que es uno diferente al Padre.
Función de Apóstol (ἀπόστολος).
La palabra apóstol significa enviado. Moisés fue el primer
apóstol terrestre enviado por Dios para liberar a un pueblo, pero Jesucristo
tiene la supremacía porque él es el primer apóstol celestial enviado por su
Padre para liberar a todo el mundo. Si Jesús es un solo Ser Divino ¿cómo podría
desempeñar dos funciones opuestas? el que envía y el enviado no pueden ser la
misma persona. De antemano sabemos que Dios Padre es Omnipotente y Omnipresente,
su poder le permite clonarse en un trillón de veces y estar en un trillón de
galaxias a la vez, sin lugar a dudas. Pero, ¿para qué utilizar una múltiple personalidad?
¿Para qué realizar dos funciones opuestas simultáneamente? ¿Con qué objeto JESÚS
se convierte en un proyector que emite la imagen de Padre, de Hijo y de
Espíritu Santo?
Veamos el significado de la palabra apóstol:
Strong G652 ἀπόστολος apóstolos: delegado;
específicamente
embajador del
evangelio; oficialmente comisionado de Cristo [«apóstol»] (con poderes milagrosos): apóstol, enviado, enviar, mensajero.
Diccionario
de Strong en Español.
Jesucristo procede de Dios. El Hijo es enviado por su Padre a la
tierra:
“29 Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él me envió” (Juan 7:29).
Observe que el término griego απεστειλεν significa “envió como emisario”. El Señor
Jesús es el primer emisario o apóstol enviado del cielo.
Y el Hijo confirma que el que
lo envió es verdadero, que el mensaje que recibió de la primera persona lo ha hablado
en el mundo. Cristo no habla por su propia iniciativa:
“26 Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero; y
yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo” (Juan 8:26).
La función de Apóstol corresponde a una persona que
ha sido enviada para entregar un aviso muy importante, corresponde a un
emisario que ha sido comisionado para arreglar algún asunto o de realizar una
obra encomendada por su jefe inmediato:
“1 Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento
celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra
profesión, Cristo Jesús” (Hebreos 3:1).
Si JESÚS es el único Dios entonces no puede rebajarse a un segundo plano
y adoptar la función de apóstol, resulta irracional que un solo Ser Divino
realice dos funciones opuestas a la vez. JESÚS no puede ser La Majestad y el
embajador al mismo tiempo, porque es contrario a la lógica bíblica.
Revise estos
textos: Mateo 10:40; Juan 4:34; 5:30;
6:39; 7:16; 7:28; 8:16; 8:26; 8:29; 9:4; 12:44. En todos ellos nuestro Señor
Jesús siempre está marcando una gran diferencia entre la Majestad y el apóstol.
Función de Salvador (σωτηρ).
Ciertamente, cuando hablamos de Salvador
podemos referirnos al que está en el AT, a Jehová (Oseas 13:4). Pero También
podemos referirnos al Salvador que está en el NT (Lucas 2:11). El Nombre de
Yahweh significa: Yahweh salva, la salvación es de Yahweh o Yahweh nuestro
salvador. El nombre de Yahweh se identifica con el Yahweh del AT y con el
Yahweh del NT, indiscutiblemente.
Según las Escrituras el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo tienen el mismo Nombre: Yahweh, así que el Santo Nombre se
aplica a ellos en la forma que lo expresan las Sagradas Escrituras, pero estas jamás
infieren que se trata de un solo individuo, solo JESÚS.
Observe la opinión de este diccionario:
G4990 soter (σωτήρ, G4990),
salvador, liberador, preservador.
Se utiliza: (a) de Dios (Luc_1:47; 1Ti_1:1;
1Ti_2:3; 1Ti_4:10, en el sentido de preservador, ya que él da «a todos vida y aliento y
todas las cosas»; Tit_1:3; Tit_2:10;
Tit_3:4; Jud_1:25); (b) de Cristo (Luc_2:11; Jua_4:42;
Hch_5:31; Hch_13:23, de Israel; Efe_5:23, el sustentador y
preservador de la Iglesia, su «Cuerpo»; Flp_3:20, a su vuelta para recibir la Iglesia a sí mismo; 2Ti_1:10, con referencia a su encarnación: «los días de su carne»; Tit_1:4, título compartido, en el contexto, con Dios el
Padre; Tit_2:13 : «nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo», donde el pronombre «nuestro», que viene en inmediata relación con
«Dios», involucra la inclusión de ambos títulos como referentes a Cristo, lo
mismo que en el pasaje paralelo en Tit_2:11 : «nuestro Señor y Salvador Jesucristo»; estos
pasajes son por tanto un testimonio a su deidad; 2Pe_2:20; 2Pe_3:2, 2Pe_3:18; 1Jn_4:14.
DICCIONARIO
EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL NT – W.E. VINE.
El apóstol Pablo dice que
el Hijo es Dios y Salvador:
“13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo” (Timoteo 2:13).
El apóstol Pedro dice que el Hijo es Dios y Salvador:
“1 Simón Pedro, siervo y apóstol de
Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y
Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra” (2Pedro 1:1).
Siendo el Hijo mediador entre Dios y los hombres, Salvador de la
humanidad, el Cordero inmolado ¿Cómo podría ser el mismo con el Padre?
Jesucristo es el Sumo
Sacerdote Celestial (ἱερεύς).
Todos los dioses de piedra, de madera o de metal son asistidos por sacerdotes
de carne y hueso. Siempre va a existir un sacerdote mortal que se enrique$e ofreciendo sus servicios de adoración, exaltación, servicio de
limpieza y vestimenta a los “dioses” que carecen de espíritu. Con justa razón
¿No podría el Dios vivo proveerse de un Real Sacerdote que lo ministre desde la
eternidad y hasta la eternidad?
Veamos el significado de la palabra
sacerdote en griego koiné:
G2409 ἱερεύς, jiereus,
uno que ofrece sacrificio y tiene a su cargo lo que con ello se relaciona.
Diccionario E. Vine
G2409 ἱερεύς jiereús: sacerdote (literalmente o figurativamente): sacerdote, sumo
(sacerdote). Diccionario de Strong en Español.
Nuestro Señor Jesucristo tiene el oficio de ministrar a Dios. Este
texto demanda la existencia de un Sumo Sacerdote que está a favor de los
hombres:
“1 Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es
constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que
presente ofrendas y sacrificios por los pecados” (Hebreos 5:1).
El Padre no puede asumir la
función de Sacerdote, eso rebajaría la dignidad de su Majestad. El Padre se
proveyó de un Sumo Sacerdote celestial, mejor y totalmente distinto a los
sacerdotes levíticos:
“15 Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un
sacerdote distinto” (Hebreos 7:15).
Dios Padre habló por medio del
Rey David, y juró que Jesucristo sería Sacerdote según el orden de Melquisedec
no según el orden de Aarón. Si JESÚS es el único Dios como dicen los unitarios,
¿Cómo podría condescender y desempeñar un servicio que solo le corresponde a un
servidor o ministro?
“20 Y esto no fue hecho sin juramento; 21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos
sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo:
Juró el Señor, y no se
arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec” (Hebreos
7:20-21).
La función de Sacerdote no le corresponde al Padre sino al Hijo. Pero si
en Dios no hay pluralidad, como sostienen los apóstoles de la unicidad,
entonces, se puede interpretar que JESÚS se adora y se ministra a sí mismo, desempeñando el papel de Dios y de sacerdote,
¿puede un solo Ser Divino desempeñar dos funciones opuestas? Si es Todopoderoso
¡claro que puede! Pero ¿cuál es el propósito?
Si los apóstoles de la unicidad dicen la verdad entonces significaría
que los creyentes hemos adoptado a un dios totalmente desequilibrado ya no
sería Omnisciente, esto significaría que los que le adoramos también estamos desequilibrados
espiritualmente. Lógicamente deben existir tres Seres Divinos, el primero que es
adorado, el segundo que le ministra, que intercede en favor de los que han
pecado en contra del primero, y el tercero que santifica a los redimidos.
Función de Mediador (μεσίτης).
La
Biblia especifica que hay un solo Dios y un solo mediador, nuevamente, la
lógica bíblica demanda la existencia de dos personas muy distintas. Un mediador
que se subordina ante otra persona Superior que se hace condescendiente:
“5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y
los hombres, Jesucristo hombre” (1Timoteo
2:5).
La Septuaginta utiliza la palabra μεσίτης mesítes para describir a
Jesucristo, como mediador entre dos partes: Dios y los hombres.
Strong G3316 μεσίτης mesítes: intermediario, i.e. (simplemente) un mediador, o (por
implicación) reconciliador (intercesor): mediador.
En las propias palabras de
nuestro Señor Jesús entendemos que él es el mediador:
“12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo. 14 Si algo
pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan
14:12).
Un mediador es
aquel que se interpone ante dos o más personas y procura reconciliarlos. Para
celebrar el Nuevo Pacto, Dios quiso reconciliarse con las naciones, y se
proveyó de un mediador para lograr su objetivo.
“6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido
sobre mejores promesas. 7 Porque si
aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado
lugar para el segundo” (Hebreos 8:6-7).
El Padre quiso redimir al mundo a través de
un mediador, su Hijo Jesucristo:
“15 Así que, por eso es
mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de
las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la
promesa de la herencia eterna” (Hebreos 9:15).
Dios
se proveyó de un excelente Mediador, a su Hijo Jesucristo, para reconciliar a todas
las naciones.
“6 Pero
ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores
promesas. 7 Porque si
aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado
lugar para el segundo” (Hebreos 8:6-7).
Jesucristo es el único mediador de un nuevo
pacto, su sacrificio redentor perdona todos los pecados que condena el primer
pacto:
“15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para
que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo
el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna” (Hebreos 9:15).
Función de reconciliador (καταλλάσσω).
La palabra griega katalásso describe
a Jesucristo como un reconciliador.
Strong G2644 καταλλάσσω katalásso cambiar mutuamente, i.e.
(figurativamente) componer una diferencia: reconciliación, reconciliar.
La función de reconciliador demanda la existencia
de por lo menos tres personas, la tercera persona trata de llevar a un buen fin
la separación y reconciliar a la primera persona con la segunda persona.
Dios se sirvió de un mediador y reconciliador para que el mundo
estuviera en paz con Él:
“19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación” (2Corintios 5:19).
La
Cruz es el punto de referencia para reconciliar a judíos y gentiles mediante
Cristo:
“16 y
mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en
ella las enemistades” (Efesios 2:16).
“20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la
tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de
su cruz” (Colosenses 1:20).
Función de
Redentor (ἀπολύτρωσις).
La
palabra griega apolútrosis significa redentor, veamos cómo la define el Diccionario
Strong en español:
G62 ἀπολύτρωσις apolútrosis de un
compuesto de: (el acto) redención en
pleno, i.e. (figurativamente) librarse, o (específicamente) cristiana salvación: redención,
remisión, rescate.
“23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo
justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos
3:23).
La obra de nuestro Señor Jesucristo en la cruz no fue efímera, realizó
dos acciones muy importantes que trascienden hasta la eternidad:
1.
Fue sacrificio
y ofrenda para Dios.
2.
Compró a precio de sangre a la humanidad
pecaminosa.
Por lo tanto la obra de redención exige la intervención de tres Entidades:
(Cristo) es el que paga con su vida a un segundo (al Dueño de los espíritus),
para rescatar al tercero (los pecadores que estaban sentenciados a la
destrucción).
Los judíos de Jerusalén esperaban ser redimidos por su Mesías, aquella
persona que sería enviada directamente por Dios:
“36 Estaba también allí Ana,
profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues
había vivido con su marido siete años desde su virginidad, 37 y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se
apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. 38 Esta,
presentándose en la misma hora, daba gracias
a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban
la redención en Jerusalén” (Lucas 2:36-38).
En
el Hijo Amado tenemos la redención de nuestros pecados:
“7 en quien tenemos redención
por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).
También
el Espíritu Santo interviene en forma conjunta en la obra redentora de
Jesucristo, santifica o sella a todos los que han sido redimidos por
Jesucristo, y estas funciones marcan una absoluta diferencia de identidad entre
el Hijo y el Espíritu Santo.
”30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para
el día de la redención” (Efesios 4:30).
Función de ofrenda (δῶρον).
G1435 doron
(δῶρον, G1435), ofrenda, don. Se traduce «presentes» sólo en Mateo 2:11 en RVR (RV: «dones»); en la RV se traduce «presente» en Mateo 5:23-24, dos veces; Mateo 8:4; Mateo 23:18-19, dos veces; Hebreos
5:1; Hebreos 8:3-4; Hebreos 9:9; Hebreos 11:4.
DICCIONARIO EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL NT W. E. VINE
Cuando Dios le entregó la ley a Moisés, le enseñó
cómo debe efectuarse el ritual del sacrificio expiatorio y la importancia que implica
en este:
“25 Habla a
Aarón y a sus hijos, y diles: Esta es la
ley del sacrificio expiatorio:
en el lugar donde se degüella el holocausto, será degollada la ofrenda por el
pecado delante de Jehová; es cosa santísima”
(Levítico 6:25).
El sacrificio de expiación por el pecado es cosa muy santa, los sacrificios
de animales eran un tipo del sacrificio de Jesucristo:
“1 Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es
cosa muy santa” (Levítico 7:1).
Dios establece las normas del sacerdocio y cómo se debe ministrar en
todos los sacrificios y ofrendas:
“14 Y de toda la ofrenda presentará una parte por ofrenda elevada a
Jehová, y será del sacerdote que
rociare la sangre de los sacrificios de paz” (Levítico 7:14).
En
el Antiguo Testamento, el rey David profetizó que Dios Hijo sería la ofrenda
perfecta para Dios Padre:
“6 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has
demandado. 7 Entonces
dije: He aquí, vengo; En el
rollo del libro está escrito de mí” (Salmo 40:6-7).
Y
el Nuevo Testamento confirma que Dios Hijo fue la ofrenda perfecta, la sangre
de toros y de machos cabríos que se hacían año con año no pudieron quitar perpetuamente
el pecado de la humanidad:
“3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados; 4 porque la sangre
de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. 5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste
cuerpo. 6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: He
aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del
libro está escrito de mí. 8 Diciendo
primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no
quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero,
para establecer esto último. 10 En esa
voluntad somos santificados mediante la
ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y
ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio
por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante
esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14 porque con una
sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos
10:3-14).
Jesucristo
fue el sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. Su sacrificio se efectuó una
vez y para siempre, un solo sacrificio para quitar los pecados del mundo, con
una sola ofrenda perfeccionó para siempre a los santificados.
Analice
muy bien lo que dice el propio JESÚS respecto a la ofrenda:
”18 Si alguno jura por
el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es
deudor. 19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que
santifica la ofrenda?” (Mateo 23:18-19).
¿Quién
es superior, Dios o la ofrenda? Si JESÚS es el único Dios como enseñan los neosabelianos
¿Podría ser JESÚS el que santifica la
ofrenda y ser al mismo tiempo la ofrenda santificada?
Nombres y
títulos de Jesús.
Los
nombres y títulos que ostenta nuestro Señor Jesucristo son muchos he aquí los
más conocidos.
1. Emmanuel,
Isaías 7:14.
2.
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe
de Paz, Isaías 9:6.
3. Jehová
T´zidkenu, Jeremías 23:5-6; 33:15-16.
4. Alfa y Omega,
Apocalipsis 1:8.
5. El Primero y
el Último, Apocalipsis 1:8.
6. El
Todopoderoso, Apocalipsis 1:8.
7. Unigénito,
Juan 1:18.
8. Primogénito,
Colosenses 1:15.
CAPÍTULO
XXIV
PNEUMATOLOGÍA
La sintaxis demanda una coordinación y relación
entre las palabras, para una clara comprensión del mensaje.
El
Espíritu Santo es Intrínseco e Invisible en nosotros los creyentes,
por esta razón jamás lo podremos ver; sin embargo, lo podemos oír y sentir. El
Espíritu Santo vive en el interior del creyente, ha convertido a este en la morada de
Dios y en el templo de Dios. Este es el diseño del Padre, que seamos adoradores
en espíritu y en verdad.
Por
sus diversas funciones el Espíritu Santo es diferente al Padre y al Hijo. El
Espíritu Santo desempeña funciones que no hacen el Padre ni el Hijo en el período
de la gracia.
Función de Paráclito o Consolador.
G3875 parakletos (παράκλητος, G3875), lit., llamado al lado de uno, en ayuda de uno,
es principalmente un adjetivo verbal, y sugiere la capacidad o adaptabilidad para
prestar ayuda. Se usaba en las cortes de justicia para denotar a un asistente
legal, un defensor, un abogado; de ahí, generalmente, el que aboga por la causa de
otro, un intercesor, abogado, como en 1Jn_2:1, del Señor
Jesús. En su sentido más amplio, significa uno que socorre, que consuela.
Cristo fue esto para sus discípulos, por la implicación de sus palabras «otro (allos, otro de la misma clase, no jeteros,
diferente) Consolador», al
hablar el Espíritu Santo (Jua_14:16). En Jua_14:26; Jua_15:26; Jua_16:7 le llama «el Consolador». «Consolador»
se corresponde con el nombre «Menahem»,
que dan los hebreos al Mesías.
DICCIONARIO EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL NT W. E. VINE
“15 Si me amáis, guardad mis
mandamientos. 16 Y yo
rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre” (Juan 14:15-16):
Adopta al creyente.
Al Espíritu Santo se le conoce como Espíritu
de adopción (πνευμα υιοθεσιας).
G5206 juiothesia (υἱοθεσία, G5206), (de juios, hijo, y thesis, colocación); relacionado con tithemi, colocar. Significa el lugar y la condición de un hijo dado a alguien a
quien no le pertenece de forma natural. Esta palabra la utiliza únicamente el
apóstol Pablo.
En Rom_8:15 se dice
de los creyentes que han recibido «el Espíritu de adopción», esto es, el Espíritu
Santo, quien, dado como las primicias de todo lo que tiene que ser de ellos,
produce en ellos la conciencia de la filiación y la actitud que corresponde a
hijos. En Gál_4:5 se dice de los que han recibido «la adopción de hijos»; esto es, que se les ha
otorgado la filiación en distinción a una relación meramente consiguiente al
nacimiento.
DICCIONARIO EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL NT W. E. VINE.
El apóstol Pablo dice que todo
aquel que ha puesto su fe en el Hijo recibe el Espíritu de adopción:
“15 Pues no habéis recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el
cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15).
Según el apóstol, Dios envió a su Hijo a la tierra para redimir a los
creyentes y para que reciban la adopción de hijos por medio de su Santo
Espíritu:
“4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley, 5 para que
redimiese a los que estaban bajo la ley, a
fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de
su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas
4:5-6).
Este texto exhibe con claridad a los tres Seres divinos, a Dios Padre,
a su Hijo y al Espíritu Santo, es imposible confundirse y creer que no hay
pluralidad en la Deidad.
Función de segundo apóstol celestial.
La función del Padre es la de ENVIAR, y la función del Espíritu Santo
es la de uno que es ENVIADO, a
partir de este concepto se puede ver que hay dos Seres distintos.
El Hijo les dice a sus
discípulos que recibirán la promesa del Padre, al Espíritu Santo:
“49 He aquí, yo enviaré la
promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:49).
Por segunda vez le reitera a
sus discípulos que su Padre les enviará el Espíritu Paráclito:
“26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará
en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os
he dicho” (Juan 14:26).
Por tercera vez el Hijo les
manda a sus discípulos que esperen la promesa de su Padre:
“4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la
promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hechos 1:4-5).
Tan solo estos tres textos son
más que suficientes para derribar el argumento de los unitarios. Es clara la
intervención del Padre y del Hijo para que los primeros discípulos recibieran
el Espíritu Santo. Evidentemente NO se
observa en las Escrituras que Dios sea uno y que sea un solo Espíritu.
Testifica sobre el Hijo.
El Espíritu Santo nunca
testificará a favor de Deuteronomio 6:4 porque forma parte de la ley de Moisés.
Tampoco testificará ni glorificará a María ni a los ángeles. Y por último, el
Espíritu Santo nunca se glorificará a sí mismo. No existe una sola cita donde
el Espíritu se glorifique. Jamás vamos a
encontrar en el NT un solo texto donde el creyente haya adorado al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo no testifica
a favor de la ley ni de María ni de los ángeles ni de los “santos”, ni de sí
mismo, sino de Jesucristo:
“26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí” (Juan 15:26).
Glorifica a Jesucristo.
El Espíritu Santo jamás
permitirá que el creyente glorifique a la ley mosaica ni tampoco permitirá que
algún cristiano la obedezca, jamás permitirá que el creyente glorifique a María
o los ángeles o así mismo, sino a Jesucristo. La razón es porque el verdadero creyente
ha sido rescatado con la sangre de Cristo, no con sangre de becerras o de
machos cabríos.
Para ejercer su ministerio y
glorificar al Hijo aquí en la tierra, el Espíritu Santo tomó la verdad y la
revelación del Hijo, no de la ley,:
“14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:14).
Muchas iglesias cristianas
evangélicas pentecostales trinitarias cometen un grave error cuando inician su
culto de adoración y exaltación, porque de inmediato dicen: ¡BIENVENIDO seas
Espíritu Santo! En lugar de decir ¡BIENVENIDO seas Señor Jesús!
Según Apocalipsis, ¿por quién clama el Espíritu
y la Esposa?
“17 Y el Espíritu y la Esposa
dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven” (Apocalipsis 22:17).
Este verso nos permite hacer dos observaciones sencillas: La primera que
vemos es que ni el Padre ni el Hijo dicen ¡VEN!
Y solo al Espíritu Santo y a la iglesia le corresponde decir al Hijo ¡VEN! La otra observación es, que si el Espíritu Santo es un modalismo
de JESÚS, entonces, ¿por qué el Espíritu Santo aclama por el Señor Jesús? Para
este efecto necesariamente deben existir dos Seres distintos, uno que está clamando
a otro. Es incoherente que Jesús en el modo de Espíritu Santo se
esté llamando a sí mismo.
El Amado promete venir en breve y el Espíritu
Santo y la iglesia le contestan: sí, ven, Señor Jesús:
“20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente
vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor
Jesús” (Apocalipsis 22:20).
¿A quién están llamando el Espíritu Santo y
la iglesia? ¿Al Espíritu Santo o al Señor Jesús?
De modo que las iglesias evangélicas
pentecostales trinitarias deben corregir el error de aclamar al Espíritu Santo,
lo más correcto es decir Amén; sí, ven, Señor
Jesús. ¿Por qué no está bien
decir VEN Espíritu Santo? Porque Dios lo hace morar inmediata y
permanentemente en el creyente, es el sello indeleble. El Espíritu Santo no se
va de vacaciones, él mora permanente en los redimidos de Jesucristo. El
Espíritu Santo es un don irrevocable (Romanos 11:29), en el Nuevo Pacto lo que
Dios te da no te lo quita, verdaderamente somos el templo de Dios. Ciertamente
podemos contristar al Espíritu Santo, y si pecaremos voluntariamente podríamos
perder la salvación, pero esto sería a causa de nuestro descuido personal no
porque el Espíritu de Dios se aparta de nosotros por ciclos cortos.
Lo mismo sucede con los cánticos, no se debería
cantar:
VEN, ESPÍRITU VEN,
Y LLENAME SEÑOR CON TU
PRECIOSA UNCIÓN.
Más bien deberíamos de aclamar:
VEN, JESUCRISTO VEN,
Y LLENAME SEÑOR CON TU
PRECIOSA UNCIÓN.
Todo creyente sirve
en espíritu a Dios, y debe gloriarse espiritualmente en Cristo
Jesús, al hacerlo de esta manera el Espíritu Santo también es glorificado:
“3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la
carne” (Filipenses 3:3).
El verdadero creyente no debe confiar en su fortaleza psicosomática
sino en el poder del Espíritu Santo que está en su interior. Porque el Espíritu
impele o impulsa al cristiano a adorar al Padre y al Hijo en espíritu y verdad.
“24 Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24).
El Espíritu Santo es Dios verdadero, esto es irrefutable. Podemos pero
no debemos adorar al Espíritu Santo, no existe un solo texto en el AT y en el
NT donde el Espíritu Santo haya recibido adoración. Es bueno aclarar que ningún
cristiano incurre en pecado si lo adora; sin embargo, en su Santa Soberanía el
Padre ha establecido un ORDEN PERFECTO que nosotros los
creyentes debemos respetar. Este orden divino no puede ser quebrantado ni violentado.
Pues si el Espíritu Santo se
glorificara a sí mismo quebrantaría los principios de la Deidad.
Escudriña y revela aun lo profundo de Dios.
Hay muchos textos que dicen que Dios
escudriña los corazones humanos, pero no existe un solo texto bíblico que diga
que Dios escudriña aún lo profundo
del Espíritu Santo:
“10 Pero Dios [las cosas] nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios” (1Corintios 2:9-10).
Ningún profeta o apóstol escribió por
voluntad propia, fue necesaria la revelación
del Espíritu Santo, porque esta es una de sus funciones primordiales. Según los neosabelianos “JESÚS es Dios, y Dios es uno solo, además es un solo
Espíritu”, entonces, ¿cómo puede suceder que el tercer Ser Divino
escudriñe en el interior del primer Ser divino para revelárselo a los
creyentes?
Y Dios, mediante su Espíritu Santo ha entregado
la revelación a los que lo
aman:
“9 Antes bien, como está escrito: Cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha
preparado para los que le aman” (1Corintios
2:9).
El que escribe, entiende que el
Espíritu Santo revela toda duda que tenga el cristiano, ninguna revelación
actual puede ser agregada al canon neotestamentario. La revelación nunca se va
a salir de los parámetros que estableció nuestro Señor Jesucristo. Los
apóstoles unitarios al obedecer la ley de Moisés se salen de los parámetros
impuestos por Cristo el cual ya reveló todo, absolutamente nada le falta a su
evangelio. El Espíritu de revelación ayuda a recordar, a discernir y a entender
el fundamento que los apóstoles y profetas colocaron en los 66 libros. Por
tanto, NO
existe en la actualidad persona alguna que haya recibido nueva luz o revelación
del Espíritu Santo y que pueda revalidar a Deuteronomio 6:4 u otro texto del
AT. Desde hace más de dos mil años judíos y gentiles pueden entrar al Nuevo
Pacto mediante la sangre de Cristo, pues ya no es necesaria la mediación de la
ley de Moisés porque esta ya fue abolida junto con el sacerdocio levítico.
Sella a los
que fueron comprados con la sangre de Jesucristo.
Cuando una persona compra una casa o un
vehículo, el documento de compra venta debe estar firmado por las tres partes
correspondientes, el vendedor, el comprador y los testigos. También se incluye
algo muy importante: El sello, el cual le dará legalidad a la compra.
De la misma manera, Cristo nos
compró a precio de sangre y puso en nosotros su sello legal, su Espíritu Santo, para adoptarnos como
hijos de nuestro Abba Padre:
“13 En él [Jesucristo] también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él [Jesucristo], fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa” (Efesios
1:13).
Y todo aquel que ha sido
sellado puede contristar al Espíritu Santo si comete algún pecado:
“30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con
el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30).
Obliga al creyente a decir ¡Abba Padre!
Según la teoría de los apóstoles de la
unicidad “JESÚS
es Dios, y Dios es uno solo, puede manifestarse en tres Seres distintos”;
sin embargo, el Espíritu Santo hace al creyente clamar ¡Abba Padre! ¿No debería
hacernos clamar Abba JESÚS?
“15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud
para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción,
por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
(Romanos 8:15).
Usted nunca va a encontrar un solo texto en el NT en el cual el
Espíritu del Hijo obligue al creyente a decir Abba, Jesús:
“6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de
su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas
4:6).
Tiene el poder de la
Convicción.
El Espíritu Santo puede CONVENCER al creyente. La raíz de todo pecado es la incredulidad,
por eso el Espíritu Santo convencerá al mundo de su culpabilidad por no haber
creído en Cristo Jesús. Convencerá a los incrédulos del pecado que practican;
del terrible juicio de condenación que les espera porque el gobernante de ellos
ya fue juzgado hace más de 2000 años.
“8 Y cuando él [Espíritu Santo] venga, convencerá
al mundo de pecado, de justicia y de juicio. 9 De
pecado, por cuanto no creen en mí; 10 de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; 11 y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado” (Juan 16:8-11).
El Espíritu Santo guiará al
creyente a toda verdad y Cristo Jesús es esa verdad absoluta (Juan 14:6). El
Espíritu Santo Nunca podrá agregar algo de su propia voluntad, solo puede
revelar lo que ha escuchado:
“13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir” (Juan 16:13).
¿A quién escucha el Espíritu
Santo? De ser verdad esto, significa que el Espíritu Santo conversa con alguien
diferente a él.
Habla a las iglesias que tienen
necesidad y disposición de escucharlo:
“6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 3:6).
Impide que el incrédulo maldiga a Jesucristo.
Si de verdad el Espíritu Santo
mora en usted, amado lector o lectora, impedirá que usted maldiga a Jesús:
“3a Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús…”
(1Corintios 12:3).
Pero si el Espíritu Santo NO está
en usted amado lector no podrá reconocer a Jesucristo como su Señor:
“3b…y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1Corintios 12:3).
Cuando usted le pregunta a los
testigos de Jehová ¿Cristo es tu Señor, tu Dios y tu dueño? no pasan a la
prueba (1Timoteo 4:1), siempre responderán con un rotundo NO, como han concebido en su mente
que el Espíritu de Dios es una fuerza activa jamás llegarán a ser la morada del
Espíritu Santo. De la misma manera los unitarios creen que el Espíritu
Santo es una manifestación de Jesús, de ser así NO pueden ser guiados a toda verdad
y Cristo es la verdad.
Santifica.
El Espíritu de Dios santifica al cuerpo de
Cristo, santifica
a los hombres que han sido justificados y lavados en la sangre de Jesucristo.
“11 Y esto
erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya
habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1Corintios
6:11).
Otorga dones.
La función del Espíritu Santo es específica y diferente a
la del Padre y del Hijo,
reparte dones espirituales al creyente para llevar a cabo la Gran Comisión:
“4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 7 Pero a cada uno le
es dada la manifestación del Espíritu para
provecho. 8 Porque a éste es dada por el Espíritu palabra
de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10 A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de
lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y
el mismo Espíritu, repartiendo a
cada uno en particular como él quiere” (1Corintios 12:4, 7-11).
Otorga frutos.
El Espíritu Santo transforma a los creyentes mediante sus frutos
espirituales:
“22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con
sus pasiones y deseos. 25 Si
vivimos por el Espíritu, andemos
también por el Espíritu” (Gálatas
5:22-25).
Otras
funciones del Espíritu Santo.
a) Inspiró a los
Profetas que escribieron el Antiguo Testamento 2Pedro 1:21.
b) Inspiró a los
Apóstoles que escribieron el Nuevo Testamento2Pedro 1:21.
c) Es un Ser Divino,
con las características de una Persona, es mentira que sea una fuerza activa,
Isaías 40:13.
d) Es eterno,
Hebreos 9:14.
e) Transportó a
Emanuel al vientre de María, Lucas 1:35.
f) Resucitó a
Jesucristo, Romanos 8:11.
g) Resucitará a
los creyentes, Romanos 8:11.
h) Es invisible
igual al Padre; sin embargo el evangelio de Lucas dice que se manifestó como
fuego, Hechos 2:3-4.
i) Es inmanente
con el Padre con el Hijo y con los creyentes, Juan 17:21-23.
Estoy
convencido que cuando tengamos un cuerpo glorificado veremos a tres Seres
Divinos: Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Pues bien, su
humilde servidor ha conjugado la palabra Trinidad en todas sus posibles
modalidades, en todos sus conceptos, en todos los criterios. Tal vez no agoté
todos los recursos pero todo lo que escribí es lo más obvio y fundamental de la
Teología Básica.
Personalmente creo en el Padre, creo en el
Hijo y creo en el Espíritu Santo, pero creo que son tres Seres Divinos
diferentes entre sí. Creo que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, y
que mora dentro del que es de la fe de Cristo Jesús.
Amados lectores este trabajo fue realizado
para que no crean a esas mentes brillantes pero perversas que solo enseñan falsas
doctrinas. Sean como los cristianos de Berea, analicen, investiguen, cotejen,
cuestionen la cátedra de su pastor pues por la falta de conocimiento fue
destruido muchas veces el pueblo de Israel (Oseas 4:6). Donde haya dudas o
incógnitas busquen en oración y ayuno el consejo del Hijo, pues él ha puesto en
ustedes su Santo Espíritu para guiarlos a él. Si algún pastor no honra la
doctrina Trinitaria de verdad es anatema.
Mis amados lectores y lectoras, que Cristo
Jesús os bendiga y os dé Espíritu Santo y os conceda sabiduría, verdad, paz y
gozo, para gloria y honra de nuestro Dios y Padre. Amén.
η χαρις του κυριου
ιησου [χριστου]
“La bondad inmerecida de el Señor Jesús
Ungido
και η αγαπη του θεου και η κοινωνια
y el amor de el Dios y la participación en común
του αγιου πνευματος
μετα παντων υμων
de el Santo Espíritu con todos ustedes”.
(2Corintios
13:14).
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