lunes, 25 de septiembre de 2017

LA TRINIDAD UN MISTERIO REVELADO CAPITULOS IX - XI

















CAPÍTULO
IX
LA INMANENCIA


¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras”.

En el capítulo 3 analizamos Deuteronomio 6:4 a partir del concepto de la unidad compuesta Ejád, ahora analizaremos el mismo versículo a partir de otro concepto diferente: LA INMANENCIA. Como dije anteriormente, existen muchas perspectivas, muchas formas de plantear el mismo argumento a partir de diferentes conceptos y criterios. Así que les invito a disertar sobre la inmanencia (cualidad de inmanente) para eliminar cualquier duda sobre la Trinidad.

Inmanente (Del lat. immanens, entis, part. act. de immanere, permanecer en). Adj. Fil. Que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella. DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

Otro Diccionario lo explica de otra manera:
INMANENTE. Que es interno a un ser o a un conjunto de seres, y no es el resultado de una acción exterior a ellos.
Inmanencia f. Cualidad de inmanente.

La inmanencia nos ayuda a entender y aceptar el concepto teológico de la Trinidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son exactamente como el agua, iguales en Deidad, atributos, naturaleza y sustancia.

La inmanencia entre ambos pactos, el AT y el NT.

Es curioso que hasta el Antiguo y el Nuevo Testamento sean absolutamente inmanentes, a pesar de que están escritos en idiomas y culturas muy distintas están íntimamente unidos por su alto contenido cristocéntrico. El AT tiene la palabra profética que habla sobre la venida del Mesías y el NT tiene el cumplimiento de la llegada del Mesías. El AT y el NT hablan sobre la inmanencia de Elohim, de una manera más abundante, más fuerte y más definida.

No sé si la palabra inmanente sea aristotélica, platónica o quizás surgió de la escolástica católica, lo que sí sé, es que al aceptar el Nuevo Testamento escrito en griego koiné, tengo la obligación de atender y entender el pensamiento, la cultura, la ideología, la antropología, la historia y hasta la filosofía helenista tal como lo hemos hecho con el idioma hebreo porque todo esto está incluido en los idiomas.

Por ejemplo, la palabra Hades era muy conocida entre el vulgo griego, y ésta encierra un amplio concepto. Hades es el infierno griego, similar al infierno hebreo, el Sheol. Al mismo tiempo Hades representa al dios del infierno o del inframundo. Nuestro Señor Jesucristo utilizó varias veces esta palabra para decir que existe de verdad un lugar de tormento llamado Hades.

El Nuevo Testamento menciona la palabra Hades más de 10 veces y no es una palabra propiamente hebrea. Por lo tanto es imposible prescindir de la cultura helenista. Es triste que algunos cristianos fanáticos se molesten con el pensamiento, la ideología y el idioma griego, yo les sugiero en el amor de Cristo que no se enojen con Dios, porque Él en su inescrutable sabiduría tomó la decisión de hablarle al mundo entero en una lengua de tartamudos. Pues ya desde tiempos mileniales Isaías había profetizado:
11 porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo” (Isaías 28:11 RV60).

Y el apóstol Pablo confirmó el cumplimiento de esa palabra profética:
21  En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor” (1Corintios 14:21 Biblia RV60).

Algunos judíos o judaizados tratan de desvirtuar al griego koiné, en lugar de decir Alfa y Omega dicen Alef-Taf haciendo a un lado el idioma original del NT. Según los inconformes, el griego NO es la lengua oficial de Elohim. Sin embargo, después de 430 años de silencio, a nuestro Abba Kadosh le plació hablarles a los judíos y al mundo entero mediante una lengua extraña. La palabra profética de Elohim nunca regresa vacía, está demostrado que Él siempre cumple sus propósitos. Ahora Elohim les habla a los hijos de Israel en lengua extraña tal como Isaías lo profetizó y es sorprendente que los judíos más ortodoxos estén cerrando sus ojos para no ver y sus oídos para no oír, negándose rigorosamente a aceptar la nueva revelación de YHWH por medio del evangelio de Iesús Cristo.  

La inmanencia en Elohim en el AT.

En capítulos anteriores analizamos Deuteronomio 6:4, evidentemente vimos que utiliza dos palabras hebreas que expresan pluralidad: Elohim אֱלֹהֵינוְּ  H430 y Ejád  אֶחָדֲ H259.

4 ¡Sh'ma, Yisra'el!  יהוה Eloheinu,  יהוה ejad  [¡Escucha, Yisra'el! YAHWEH nuestro Elohim, YAHWEH uno es] (Deuteronomio 6:4
Traducción Kadosh Israelita Mesiánica Diego Ascunce 2003).

   שְׁמַעֲH8085  יִשְׂרָאֵלH3478  יְהוָהH3068  אֱלֹהֵינוְּH430  יְהוָהH3068  אֶחָדֲH259   

Este texto aparte de expresar pluralidad también expresa inmanencia. La palabra Elohim tiene una connotación singular y plural. Las palabras hebreas El y Elohe significan Dios en singular (Génesis 33:20). Pero, cuando se le agrega la última sílaba “im” para decir Elohim, entonces cambia el significado, de singular a plural: Dioses. Como ya se dijo anteriormente la pluralidad es evidente en la palabra Elohim, además la palabra Elohim se encuentra más de 2312 veces en el A. T.

Aunque no es bíblica la palabra inmanente, ayuda a entender el concepto trinitario en la Escrituras. Más de cuatro textos bíblicos hablan de la inmanencia de Elohim.

Nuestro Elohim inmanente habló en plural:
26 Entonces dijo Elohim: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza” (Génesis 1:26 Versión Israelita Nazarena, Revisión 2011).

La Septuaginta también demuestra que Dios se expresa en plural: 
26 καὶ   εἶπεν  ὁ    θεός   Ποιήσωμεν   ἄνθρωπον    κατ᾿   
       Y      dijo     el    Dios      hagamos      a el hombre    según  
εἰκόνα    ἡμετέραν   καὶ     καθ᾿    ὁμοίωσιν,
imagen      nuestra       y       según     semejanza,   
(Génesis 1:26 La Septuaginta).

Hagamos: Verbo, tiempo aoristo, voz activa, modo subjuntivo, primera persona plural.
Nuestra: Adjetivo, caso acusativo, plural, femenino.

Y en otras ocasiones se dice en singular que Elohim formó al hombre:
7 Entonces Yahweh Elohim formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz el aliento de vida, y el hombre vino a ser un ser viviente” (Génesis 2:7 Versión Israelita Nazarena, Revisión 2011).

Pero después, nuestro Elohim vuelve a hablar en plural:
22 YAHWEH Elohim dijo: "¡Aquí está, Adam se ha hecho como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal! Ahora, para prevenir que extienda la mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma, y viva para siempre –" (Génesis 3:22 Traducción Kadosh Israelita Mesiánica – Diego Ascunce 2003).

La Septuaginta dice que Dios se expresa en plural, nosotros:
καὶ    εἶπεν   ὁ   θεός     Ἰδοὺ            Αδαμ              
Y         dijo     el    Dios       he aquí     el hijo del hombre   
γέγονεν               ὡς      εἷς   ἐξ     ἡμῶν
ha llegado a ser      quién    uno    de    nosotros
(Génesis 3:22). 
La palabra griega ἡμῶν (jimón) significa nosotros, es un pronombre personal, caso genitivo, primera persona plural, género masculino.

Y por último, Elohim dice:
7 Vamos, descendamos, y confundamos su idioma, para que uno no entienda el lenguaje del otro” (Génesis 11:7 La Torá – Daniel ben Itzjak Traducción de la Biblia basad en el Talmud, el Midrash y las fuentes judías clásicas).

Observe que la Septuaginta no miente, son tres palabras que Dios habló en plural:
δεῦτε    καὶ   καταβάντες     συγχέωμεν    ἐκεῖ   αὐτῶν  τὴν  γλῶσσαν,
Vamos   y    descendamos   confundamos   allí       de él      la      lengua,
 ἵνα      μὴ  ἀκούσωσιν  ἕκαστος    τὴν  φωνὴν   τοῦ     πλησίον. 
a fin de  no   entiendan     a cada uno     el     idioma   de el    compañero.
(Génesis 11:7). 
δεῦτε / Vamos: Verbo, tiempo aoristo, voz activa, modo subjuntivo, primera persona plural.
καταβάντες / Descendamos: Verbo, tiempo aoristo, voz activa, modo subjuntivo, primera persona plural.
συγχέωμεν / Confundamos: Verbo, tiempo aoristo, voz activa, modo subjuntivo, primera persona plural.

¿Con estas evidencias Bíblicas podríamos negar que Dios sea plural e inmanente? Yahweh el Padre y Yahweh el Hijo y Yahweh el Espíritu Santo son una unidad compuesta, un Eájd, la Biblia no indica que se trata de la misma persona.

La inmanencia de Elohim en el NT.

27 Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” (Mateo 11:27 Biblia RV60).
En primer lugar, ¿qué cosas le entregó el Padre al Hijo? La revelación de la Trinidad. Aquella revelación que les fue prohibida a los hijos de Jacob según Isaías 29:9-14 le fue entregada al Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Si lo duda, observe que Iesús Cristo le dice a su discípulo Pedro que la revelación sobre el Hijo la ha recibido directamente del Padre:
15 El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. 17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos” (Mateo 16:15-17 Biblia RV60).
¿Estaba Pedro diciendo que el Padre era una manifestación de Jesús? Claro que no, le dijo que era el Hijo del Dios Viviente.

Y para que ustedes amados lectores no duden de la buena traducción de la RV60 pueden corroborarlo con la Septuaginta griega:
15 ἀποκριθεὶς  δὲ Σίμων Πέτρος εἶπε·
Habiendo respondido    pero    Simón      Pedro         dijo:   
σὺ     εἶ      ὁ  Χριστὸς ὁ Υἱὸς  τοῦ Θεοῦ τοῦ ζῶντος” 
tú   estás siendo  el      Cristo         el    Hijo      de el     Dios    de el     Viviente.
(Mateo 16:15 Biblia RV60).

Mateo 11:27
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; Jua_3:35, “El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano” y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, Jua_10:15 y aquel a quien el Hijo quiera revelar. - Nos contentamos con la revelación (las Escrituras) para nuestro conocimiento del Hijo y del Padre y del Espíritu Santo. No conviene afirmar nada acerca de Dios que no sea revelado en las Escrituras. La fe de los discípulos de Cristo no se basa en especulaciones y credos humanos, sino en la revelación que Dios nos ha dado.
            Sin embargo, este texto se ha citado para criticar a los que defendemos la Deidad de Cristo, pero la defendemos porque muchos enseñan error (modernismo) sobre este tema. No sólo los testigos del Atalaya y los “sólo Jesús” y otros sectarios, sino también algunos hermanos en Cristo, pues dicen que cuando Jesús vino al mundo se despojó del uso de los atributos divinos y que no usó (demostró) ningún atributo divino ni una sola vez durante su vida aquí en la tierra. Esto niega Jua_20:31. También niega que Cristo perdonó pecados por su propia autoridad (Mat_9:6) y niega que Cristo era adorado por varias personas (Mat_2:2; Mat_28:17; Jua_9:38, etc.). Es un error grave enseñar que debemos ser indiferentes hacia la controversia sobre la Deidad de Cristo, porque hay modernismo en la predicación de algunos hermanos y si logran destruir la fe de algunos en la Deidad de Cristo, destruyen también su esperanza de la salvación eterna. Véase Jua_8:24; Jua_8:58.

COMENTARIO AL NT WAYNE PARTAIN Y BILL H. REEVES.

¿Qué otras cosas le entregó el Padre al Hijo? La autoridad para hacer juicio.
26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre” (Juan 5: 26 Biblia RV60).

Es evidente por la Escritura misma que el Padre y el Hijo son absolutamente distintos; sin embargo, el verso más conocido que expresa inmanencia dentro de Elohim es Juan 10:30:
30 Yo y el Padre uno somos”.

Ustedes amados lectores, jamás van a encontrar un solo texto en el NT griego donde Jesucristo diga: “Yo y el Padre somos el mismo”, o que diga: “Yo soy el mismo Padre”, si lo llega a encontrar entonces puede tacharme de ser un mitómano y el modalismo sabeliano verdaderamente existe.

La RV tradujo Juan 10:30 con exactitud de la Septuaginta:
ἐγὼ  καὶ  ὁ  πατὴρ     ἕν        ἐσμεν. 
“Yo    y    el    Padre   uno   estamos siendo”. 

Utilizando el Diccionario en código de análisis Morfológico veremos que el texto griego no miente, Jesús verdaderamente habló de inmanencia.

εγω Yo Pronombre personal-1ª persona, caso Nominativo, número Singular.  
και y” Conjunción. 
ο el Artículo definido, caso Nominativo, número Singular, género Masculino. 
πατηρ Padre Adjetivo, caso Nominativo, número Singular, género Masculino. 
εν uno Adjetivo-caso Nominativo, número Singular, género Neutro.
εσμεν estamos siendo Verbo-tiempo Presente, voz Activa, modo Indicativo-1ª Persona, número Plural. 

Si ustedes amados lectores observan, la palabra “uno” NO es un artículo indeterminado sino un adjetivo singular en género neutro como si se tratara de una misma persona, pero, como las palabras “estamos siendo” están en plural, designan evidentemente a más de 2 sujetos.

Nuestro Señor Jesucristo demostró que el Padre y el Hijo conforman la Ejád o unidad compuesta, que son inmanentes, que comparten la misma naturaleza y la misma sustancia. Compruébelo con esta traducción Mesiánica:
30  Yo y Mi Abba somos Ejad y en un acuerdo” (NT Escrituras del Nombre verdadero).
Espero que con tantos textos vivos y tangibles que hablan sobre la inmanencia en el seno de la Trinidad los neosabelianos no tachen estos textos de “espurios”.

El texto favorito de los apóstoles de Sabelio es Juan 14:10, ellos infieren que                            al decir el Señor Iesús Cristo “el  Padre en mí”, quiso dar a entender que se trataba de la misma persona:
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras” (Juan 14:10).   
Sin embargo, la sintaxis no puede oscurecer el texto, cuando el Señor Iesús Cristo dice: yo soy en el Padre, y el Padre en mí, significa que todo cuanto dice y hace el Señor Jesús no es por iniciativa propia, hay otro Ser que lo posee, que lo inspecciona, que tiene autoridad sobre él, para que realice toda obra de expiación, de justificación y de santificación que se le ha encomendado.

Por eso cuando nuestro Señor dice:
4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4 Biblia RV60).
La pregunta es: ¿Quién le dio la obra a nuestro Señor Jesucristo para que la realizara? El Padre. Si creemos que Jesús se ha encomendado a sí mismo la obra ¿no será mera confusión y locura?

Pues la Septuaginta griega dice:
ἐγὼ   ἐν   τῳ   πατρὶ   καὶ   ὁ   πατὴρ   ἐν   ἐμοί    ἐστιν;
yo      en    el     Padre      y      el    Padre    en     mí    está siendo? (Juan 14:10).    

La palabra ἐγὼ está en primera persona singular caso nominativo, mientras que la palabra πατρὶ está en primera persona singular caso dativo. Después, se invierten los lugares, ahora la palabra πατὴρ está en primera persona, singular, caso nominativo y las palabras ἐν ἐμοί (en mí)  están en primera persona singular caso dativo. Por medio de los casos gramaticales se puede demostrar que el Padre y el Hijo no son lo mismo, sino dos personas distintas.

Los arrianos (testigos de Jehová) enseñan que Jesús quiso decir que Él y su Padre son uno, pero solamente en propósito, esto en parte es verdad, pero si el evangelio de Jesucristo sólo se enfoca al propósito y no a la inmanencia de los 3 Vivientes Todopoderosos entonces tendríamos una información casi nula de quiénes son y lo que son. Los apóstoles de Sabelio (de la Nueva Luz, iglesia pentecostal unida) enseñan que JESÚS es uno, es el mismo con el Padre y el Espíritu Santo, y como es Todopoderoso tiene el poder de manifestarse en tres modos, a veces como el Padre, a veces como el Hijo y a veces como el Espíritu Santo, pero esas enseñanzas no tienen sustento bíblico, como ha quedado demostrado.

Otro texto que expresa inmanencia plena entre Elohim y el creyente es 1Corintios 6:17.  
17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él”.
Según la teoría de los apóstoles de Sabelio el Padre el Hijo y el Espíritu Santo son modos de Jesús. Partiendo del argumento de ellos, también los humanos podríamos ser otro modalismo de sólo Jesús a causa de la inmanencia.

He aquí estaré presente.

Dios es un solo Dios, Dios es Espíritu y hay un solo Espíritu en Dios, ese Dios que es un solo Dios, el único Dios por la urgencia del pecado prometió venir a salvar, la Biblia dice Oseas 13:4 “Yo soy Jehová tu Dios no conocerás otro dios fuera de mí”, Porque no dijo no conocerás otro dios pero hay otro Salvador o somos dos Salvadores tal vez tres con el Espíritu Santo, pero el Señor dijo: “No hay otro salvador no conocerás otro dios ni otro salvador” Isaías 43:11. “Yo Jehová fuera de mí no hay quién salve” Isaías 33:22. “porque Jehová es nuestro rey, es nuestro legislador, él mismo nos salvará.
¿Quién va a venir a salvar? Jehová mismo vendrá a salvar el ha prometido” Isaías 35:4 dice: “he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará” ¿Cuál Dios, el Padre el Hijo o el Espíritu Santo? No, hay un solo Dios y es un Espíritu. Ese Espíritu de Dios de Dios llámelo Padre, Elohim, Adonai, Jehová, ese Dios prometió venir a salvar, Isaías 52:6; 25:9 etc.
Jehová cumplió su promesa y vino literalmente a salvar la humanidad y Jehová se ha manifestado en carne. Como Dios es Espíritu y no podía tomar el lugar del sacrificio entonces decidió en su amor a la humanidad tomar forma de siervo y hacerse semejante a los hombres Flp. 2:7; Timoteo 2:16. Dios fue manifestado en carne ¿Cuál Dios, Dios Padre, Dios Hijo, el Dios Espíritu Santo? Dios es un solo Dios y Dios es Espíritu.
(JORGE MENDIZÁBAL APÓSTOL NEOSABELIANO DE LA IGLESIA PENTECOSTAL UNIDA).

El evangelio de Jesucristo hace un marcado énfasis de la inmanencia que prevalece entre el Padre el Hijo y el Espíritu Santo. Observe que en el libro de Isaías el Padre dijo que estaría presente ante el pueblo judío, pero no estaba hablando de sí mismo, sino de su amado Hijo Jesucristo el apóstol de apóstoles, en cierta ocasión el Padre dijo:
6 Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente” (Isaías 52:6).
Es evidente que los judíos tenían la certeza de que el Padre no vendría personalmente al mundo.

El pueblo judío sabía que el Mesías vendría de parte de Yahweh:
9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!” (Mateo 21:8-9).

Para ver la gran diferencia entre el Padre y el Hijo por favor analicemos el libro de Zacarías 2:9-11:
En el verso 9 el Hijo habla en primera persona singular asegurando que Jehová de los ejércitos lo envió:
9 Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.
En el verso 10 el Hijo avisa su advenimiento en medio de Sión porque lo ha dicho una segunda persona, YHWH.
10 Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.
En el verso 11, el Hijo habla de nuevo en primera persona singular reiterando que una segunda persona, YHWH, lo ha enviado.
11 Y se unirán muchas naciones a Jehová en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti (Zacarías 2:9-11).
Según el profeta Zacarías ¿Quién visita la tierra el Padre o el Hijo? ¿El que envía y el enviado son la misma persona?

Preparad camino a Jehová.

Primero dice el AT:
3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado” (Isaías 40:3-5).
Presencia personal y gloria no son lo mismo, Isaías dice que toda carne vería la gloria de Jehová, y esa gloria de Jehová es Cristo Jesús.

Después en el NT Juan el Bautista dice:
2 Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3 Pues éste [Jesús] es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas” (Mateo 3:2-3).
Isaías dijo que toda carne vería la gloria de Jehová, pero no a Jehová el Padre, sino a Jehová el Hijo. ¿Sí recuerda lo que dijo Jesucristo y sus apóstoles Juan y Pablo?  Que Dios Padre habita en luz inaccesible, ningún hombre lo ha visto ni lo puede ver. El Hijo fue el que lo dio a conocer. Y sin duda alguna Cristo Jesús es el resplandor de la gloria del Padre (Hebreos 1:3).

Y mirarán a mí.

Primero dice el AT:
10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zacarías 12:10).
En este texto el Padre habla en primera persona singular, diciendo que lo mirarán clavado en la cruz. No obstante el NT dice que al Padre ningún ser humano le ha visto jamás. Entonces ¿quién fue traspasado con una lanza en su costado? El Hijo.

Después dice el NT:

 “46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? (Mateo 27:46). 
Cuando nuestro Señor Jesucristo estaba en la cruz se sintió desamparado ¿Quién lo abandonó en un momento tan crítico? La respuesta es muy simple, Iesús estaba clamando a Elí, a su Dios y Padre. El evangelista NO explica que JÉSÚS está suplicándose socorro a sí mismo. La Escritura es clara: Hay uno en la tierra clamando al que está sentado en el trono celestial.

También agrega el NT:
33 Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. 34 Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. 35 Y el que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. 36 Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo. 37 Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron (Juan  19:33-37).

Lo que es el Padre mismo, su magnificencia, su grandeza, su gloria y su poder impiden que él recurra a una kénosis. El Padre NO puede anonadarse para tomar la semejanza de siervo y recibir tortura y muerte en manos de su creación, dicho de otra manera, la creación no pudo tener el privilegio ni la potestad para torturar y sacrificar al Dios majestuoso (μεγαλωσύνης) al Padre, al Máximo Hacedor.

Se doblará toda rodilla.

Primero dice el AT:
23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua” (Isaías 45:23).
Isaías por inspiración divina profetizó que Jehová fue el que pronunció este juramento.

Pero el NT dice:
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:10-11).
El apóstol Pablo NO dice que el creyente debe doblar su rodilla en el nombre del Abba Kadosh YHWH sino en el nombre de Iesús. Toda rodilla debe doblarse y toda lengua debe confesar que Jesucristo es el Señor, ¿PARA LA GLORIA DE QUIÉN? DE DIOS PADRE. En Yahshúa Ha Mashiaj está guardado el nombre de Su Padre Yahweh, por eso, quién honra al Hijo honra al Padre (Juan 5:23).

Y te pondré por pacto al pueblo.

Isaías 42:1-8 es el pasaje donde Jehová habla directamente a su Hijo. Jehová maneja perfectamente el lenguaje humano y utiliza el pronombre en primera persona singular “Yo”, cuando se refiere a una tercera persona utiliza el pronombre personal él. Jehová utiliza el adjetivo posesivo “mí” para decir que el siervo, el escogido es de su pertenencia. Jehová el Padre para referirse a una segunda persona utiliza el pronombre personal “te”:

1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. 2 No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. 3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. 4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley. 5 Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: 6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, 7 para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas. 8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” (Isaías 42:6-8).
Los pronombres personales demuestran que Jehová y el siervo, el escogido no son la misma persona. El modalismo de Sabelio es una mentira fácil de descalificar.

El apóstol Mateo cita el texto de Isaías, utiliza los mismos pronombres personales de primera y segunda persona para distinguir al primero del segundo: 
17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: 18 He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio” (Mateo 12:17-18).

El Padre que mora en sus Hijos.

El pasaje que marca una huella muy profunda respecto a la inmanencia entre el Padre y el Hijo es Juan 14:10:
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras” (Juan 14:10 Biblia RV60).
Cuando Iesús Cristo dijo “el Padre que mora en mí” no quiso decir que el Padre es lo mismo con el Hijo. Aunque Iesús Cristo tomó de María la naturaleza humana, jamás se desprendió de su naturaleza divina. Este verso demuestra la inmanencia tan perceptible y tangible entre Padre e Hijo. Esta inmanencia o Ejad se da de la misma manera entre el Padre y sus hijos, ya sean celestiales o terrenales ¿Acaso no somos el templo del Espíritu Santo?            

La inmanencia entre el Padre y su Hijo, la inmanencia entre rl Padre y sus hijos se puede ver con toda claridad te en el NT, en Juan 17 particularmente:
19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:19-23 Biblia RV60).

En Juan 17 nuestro Señor Jesucristo está orando al Padre y le pide que haya una inmanencia entre el Hijo y los creyentes, también le pide que esa misma inmanencia exista entre él y su Padre, para que todos sean un Ejád, perfectos en UNIDAD.
19 Y por ellos Yo Me santifico, para que ellos también sean kadosh en la emet. 20 Mas Yo no hago tefillah solo por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra de ellos, 21 Para que ellos sean ejad. Como Tú, Abba, estás ConMigo, y Yo ConTigo, que también ellos sean ejad con Nosotros: para que el olam hazeh crea que Tú Me enviaste. 22 La tifereth que Me diste les he dado; para que sean ejad, así como Nosotros somos ejad: 23 Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en ejad; y que el olam hazeh conozca que Tú Me enviaste, y que les has amado, como también a Mí Me has amado” (Juan 17:19-23 Traducción Mesiánica NT Escrituras del Nombre Verdadero).
Constate el pensamiento hebreo, el concepto Ejád es más que explícito.

La Biblia demuestra que Satanás conoce muy bien las Escrituras. El diablo le dijo a nuestro Señor “porque escrito está”:
5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti” (Mateo 4:5-6).  
El padre de la mentira puede ejercer una poderosa influencia negativa en cualquier cristiano indocto para que distorsione las Escrituras. De modo que si alguien presume tener nueva luz o nueva revelación y presenta teorías anti-evangelio, ni siquiera debemos decirle ¡Bienvenido! (2Juan 1:9-11).

Y la Palabra estaba siendo hacia a el Dios.

Dice la Nueva Versión Purificada, traducción de los neosabelianos:
1 En principio era La Palabra, y La Palabra  era con Dios, y  La Palabra  era Dios” (Juan 1:1).

No existe otro texto que explique con más claridad la existencia de dos Vivientes Todopoderosos distintos entre sí como lo hace Juan 1:1, su sintaxis demuestra que hay 2 individuos definitivamente distintos al interior de la Deidad. Para evitar confusiones se expone la misma traducción sabeliana y se ha dividido en tres secciones A, B y C.

Sección A
᾿Εν   ἀρχῃ              ἦν           ὁ    Λόγος,
                  En  principio  era/estaba siendo  la   Palabra.

Sección B
καὶ  ὁ   Λόγος            ἦν           πρὸς   τὸν   Θεόν,
                  y     la   Palabra    era/estaba siendo     hacia     a el    Dios

Sección C
καὶ    Θεὸς             ἦν           ὁ     Λόγος. 
                     y      Dios     era/estaba siendo    la     Palabra.

Juan 1A dice: “En el principio era/estaba siendo la Palabra”  

Logos (Λόγος) es Jesucristo, y el apóstol Juan dice que en el principio de la creación Logos (Λόγος) ya existía. Esto demuestra que Jesucristo a pesar de ser  Hijo, Unigénito y Primogénito siempre será eterno. Note usted que en las secciones A, B y C Λόγος es el núcleo del sustantivo. El apóstol Juan jamás da a entender que el Logos (Λόγος) y  Θεόν (a el Dios) son la misma persona.

Juan 1B Dice: “y la Palabra estaba siendo hacia a el Dios.
Observen amados lectores que NO dice: “y la Palabra es el mismo Dios”, más bien, está indicando que la procedencia de Logos (Λόγος) o sea Iesús Cristo es hacia a el Dios.

Gramaticalmente, la frase la Palabra” está en caso nominativo, pero la frase a el Dios” están en caso acusativo, demostrando de esta manera que la Palabra” es el núcleo del sustantivo y a el Dios” es el objeto directo, por lo tanto, la Palabra” y a el Dios”  no son la misma persona.

En el griego koiné la palabra πρὸς determina la procedencia de Iesús Cristo. πρὸς es una preposición de movimiento, de dirección y de relación, en caso acusativo, esta preposición señala el lugar, el tiempo, la ocasión, o con respecto a, que es el destino de la relación, πρὸς significa hacia, acceso a, o cercanía a el Dios. 

Iesús Cristo procede del interior de Dios y sale por la boca de Él. Concedo a cualquiera el beneficio de la duda, usted puede reservarse el derecho a rechazar este argumento, pero antes mire lo que expresa el rey David en el Salmo 33:6:
6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Salmo 33:6). 
El rey David nos muestra aquí que palabra y aliento son exactamente lo mismo, y que  ambos salen por la boca de Jehová. Cristo Jesús es la Palabra y el aliento de vida eterna. La pregunta es ¿Por dónde salen las palabras, por los codos o por la boca? Este Salmo apoya el argumento expresado en Juan 1:1, pues tanto el Rey David y el apóstol Juan hablaron por el mismo Espíritu de Dios. Por lo tanto, es imposible que ὁ Λόγος (Iesús Cristo) sea la misma persona con τὸν Θεόν (a el Padre).

Juan 1C Dice: y Dios era / estaba siendo la Palabra”.
Aquí el texto habla de la deidad de Iesús Cristo. En la sección C la palabra “Dios” no es un sustantivo, es un adjetivo que califica lo que es Iesús Cristo;  esta sección certifica que el Hijo es Dios Verdadero y Todopoderoso. En la sección C el sujeto o núcleo del sustantivo sigue siendo ὁ Λόγος  (Iesús Cristo), observe que Θεὸς (Dios) y ὁ Λόγος” (la Palabra) están en caso nominativo indicando que se trata de la misma persona.

Inmanencia plena.

Tal vez podríamos decir que solo un dedo o un cabello del Hijo no forman parte de lo que es Dios Padre. Sin embargo, Cristo Jesús aún siendo humano compartió la misma sustancia y naturaleza del Padre:
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud (Colosenses 1:19-2:9).
Pregunto, aunque Cristo Jesús era 100% humano ¿Habitaba en él toda la plenitud de la Deidad o solo una pequeña Parte?

La Biblia de los neosabelianos torció Colosenses 1:19 en forma indiscriminada compruébenlo ustedes mismos:
“ya que agradó que en sí mismo habitara toda la plenitud”

Pero la Septuaginta nos puede ayudar a resolver esta confusión:
     ὅτι    ἐν  αὐτῳ    εὐδόκησε    πᾶν   τὸ   πλήρωμα   κατοικῆσαι 
“porque   en      él        pensó bien    toda    la     plenitud         habitar”  
Dios pensó que en él (en Cristo) habitara toda la plenitud de lo que es Dios. La mal nombrada Versión Purificada mutiló las palabras “en él” ἐν  αὐτῳ y agregó las palabras “en sí mismo). 

Bajo la luz de la Exégesis veremos que la palabra αὐτῷ es un pronombre personal en tercera persona que significa “él”, caso dativo, singular, masculino. Esto indica que una persona está recibiendo la deidad de Otra.
La expresión pensó bién (εὐδόκησε) es un verbo en tiempo aoristo, voz activa, modo infinitivo. Entonces, la voz activa corresponde al que pensó bien en darle a él (αὐτῷ) toda Su plenitud divina. Jesucristo lleva el pronombre en tercera persona él (αὐτῷ) y se encuentra en caso dativo (recibiendo), ¿Qué traducción pervierte los hechos? ¿Qué traducción está más cerca de la verdad? Es obvio que la que pervierte los hechos es la NVP y la que traduce fielmente es la RV60.

Cuando el apóstol Pablo dijo la frase “corporalmente”, ¿se refirió al cuerpo carnal o al cuerpo glorificado de nuestro Señor Iesús Cristo?
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9).

Aunque Cristo Jesús no tenía un cuerpo glorificado, él no podía morir, en cierta ocasión dijo: 
17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:17-18).

Y la epístola a los Hebreos demuestra que el Amado no tenía un cuerpo glorificado cuando venció al diablo el cual tenía el imperio de la muerte:
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo” (Hebreos 2:14 Biblia RV60).
Esta exposición demuestra que en el Hijo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad aún en la posición de siervo seguía siendo Dios verdadero. El Padre nunca abandonó su alta posición, su gloria y su grandeza para convertirse en el Hijo del Hombre. Recuerde, “A Dios nadie le vio jamás”.

Ciertamente nuestro señor Iesús Cristo se despojó de su investidura divina pero nunca se despojó de su naturaleza divina. Aunque nuestro Señor Jesucristo era 100% humano, evidentemente es 100% Dios y por supuesto es inmanente con el Padre en sustancia y naturaleza.

En el seno del Padre.

El apóstol Juan dijo que el Hijo está en el seno o interior del Padre, jamás dijo que estaba a un lado de Él.
18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18 Biblia RV60).

La palabra seno en griego significa kólpos:
G2859 κόλπος kólpos aparentemente palabra primaria; seno; por analogía bahía: ensenada, regazo, seno (de Abraham).
DICCIONARIO STRONG EN ESPAÑOL.

SENO. (Del lat. sinus.) m. Concavidad o hueco. // Pecho humano. // Por eufemismo, pecho de mujer, mama. // Regazo. // fig. Parte interna de algo. // Arq. Espacio entre los trasdoses de arco o bóvedas contiguas. // Geogr. Golfo. // Mat. Valor del cociente entre el cateto opuesto a un ángulo por la hipotenusa en un triángulo rectángulo.
GRAN DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO MCGRAW HILL ILUSTARDO.

Cristo Jesús estaba en el interior del Padre. Por eso, cuando Yahweh dijo: “y fuera de mí no hay Dios”, no quiso decir que se encontraba solo.
6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios (Isaías 44:6 Biblia RV60). Es verdad, Dios no puede mentir, fuera de Él no hay Dios.

¿Pero dentro del Padre quienes están? Según Juan 1:18, el Hijo está en el seno del Padre:
18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18).

Según 1Corintios 2:10-11, el Espíritu Santo está en el interior de Dios.
10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1Corintios 2:10-11).

A partir de Isaías 44:6, Juan 1:18 y 1Corintios 2:10-11 se puede mirar el concepto inmanente, tres Entidades compartiendo la misma deidad,  sustancia y naturaleza, y si son inmanentes, luego entonces los tres han compartido y seguirán compartiendo los mismos atributos de Omnipotencia, Omnipresencia, Omnisciencia, Inmutabilidad y Eternidad, ¿alguna objeción?

Iesús no consideró ser igual a su Padre.

Según Filipenses 2:6, de los 3 miembros de la Trinidad el único que practicó la kénosis es Cristo Jesús, Pablo testificó que el Hijo aunque es Dios no se aferró a su posición de Dios, nunca consideró arrebatar en forma violenta el lugar Supereminente que ostenta Su Padre.
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Biblia RV60).
La traducción griega de la Septuaginta habla con mucha claridad de una actitud humilde de Cristo. El Hijo nunca consideró arrebatar violentamente la posición de su Padre, al contrario, se humilló y se hizo obediente y por esta causa hay alguien que lo exaltó hasta lo sumo, el Padre.

Verifique la Septuaginta en griego koiné:
ὃς        ἐν  μορφῇ     Θεοῦ     ὑπάρχων
quien    en   forma      de Dios     existiendo
οὐχ              ἁρπαγμὸν                    ἡγήσατο
no        a (un) arrebatar violento        dio consideración
  τὸ       εἶναι            ἴσα        Θεῷ, 
a  el          ser               igual        a Dios” (Filipenses 2:6 Septuaginta). 

Literalmente, el Hijo tiene un Padre. Filipenses 2:6 es el texto más claro de todo el NT donde nos explica que el Hijo siendo Dios verdadero nunca consideró arrebatar violentamente el lugar Supereminente que ostenta Su Padre. Observe con mucha atención que el Hijo se anonadó, se hizo nada, se despojó de su investidura Divina pero nunca de su naturaleza Divina.

Todo esto lo puedo demostrar con la ayuda de la Exégesis, y con los textos griegos. Sea extremadamente cauteloso exija y demande claridad en cuanto a la forma de traducir, primero revise la RV60: 
9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre” (Filipenses 2:9 Biblia RV60).   

Primero observe las palabras καὶ ὁ Θεὸς marcadas con color amarillo las cuales significan: “también el Dios”, precisamente los neosabelianos para negar la existencia del Padre mutilaron estas tres palabras y las cambiaron por las palabras su Divinidad.

Primero observe el Códice griego de 1860:


La pregunta es, ¿Qué hizo el Dios? Exaltó a Iesús Cristo hasta lo sumo dándole un nombre que es sobre todo nombre. Insisto, ¿de quién recibió el Hijo la exaltación? De Dios.

Ahora observe detalladamente cómo tradujeron los neosabelianos.
“Por esa causa su Divinidad también lo exaltó hasta lo sumo, dándose un Nombre que es sobre todo Nombre” (Filipenses 2:9 Nueva Versión Purificada). 

¿Podría un atributo abstracto carente de personalidad exaltar a alguien? De ninguna manera. Al negar la existencia del Padre es obvio que se niega la existencia del Hijo. El que niega al Padre y al Hijo es anticristo (1Juan 2:22). Los neosabelianos en su traducción tuvieron el descaro de quitar las palabras καὶ ὁ Θεὸς (también el Dios) y pusieron su propia versión de la verdad escribiendo “la Divinidad suya”, cuyas palabras no están escritas en el texto original.

El Diccionario Robinson en código de análisis morfológico nos explica que la palabra θεῖος  “divinidad” NO es un sustantivo, es un adjetivo y está en género neutro, indicando que la Deidad no es “alguien”, sino “algo”. Entonces ¿cómo es posible que ese “algo” pueda tener la dinámica para exaltar a “alguien”?

θεῖος      
Función gramatical: Adjetivo.
Caso: Nominativo (el sujeto).
Número: Singular.
Género: Neutro.

Para los neosabelianos fue fácil ocultar las evidencias, y aunque Filipenses 2:6 demuestra claramente la inmanencia entre el Padre y el Hijo, ¿qué los hace diferentes? La AUTORIDAD. El Hijo nunca consideró arrebatarle violentamente la autoridad al Padre para ser iguales. La autoridad es determinante porque marca una gran diferencia entre el Padre y el Hijo celestial, de igual manera sucede con los papás e hijos terrenales. 

En el libro de Apocalipsis el propio Señor Iesús Cristo dice que se ha sentado al lado de su Padre:
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apocalipsis 3:21).

Por favor investigue, indague, supervise y compare, no hay razón para actuar como un zombi. Yo creo que no debemos permitir la imposición de doctrinas extrañas. Arrio, Fotino, Sabelio y otros dejaron una herencia de errores heréticos, por eso es necesario conocer la Historia de los falsos apóstoles para rechazar toda doctrina diabólica.


CAPÍTULO
X
LA INMUTABILIDAD


“Porque yo Jehová no cambio”.  “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”.

De todos los conceptos que hay en este tratado, el de la inmutabilidad destaca más, pues derriba indiscutiblemente el modalismo o las tres manifestaciones de JESÚS que enseñan los neosabelianos. La inmutabilidad es la parte antagónica de la inmanencia. Mientras que la inmanencia habla de unidad compuesta, de Ejád, misma sustancia y misma naturaleza, la inmutabilidad habla de individualidad, de caracteres distintos, de egocentrismo, del yo mismo. 
La inmutabilidad se relaciona con el carácter y la personalidad de cada uno de los miembros de la Trinidad. Las Sagradas Escrituras tienen evidencias contundentes de que el Padre el Hijo y el Espíritu Santo son distintos y la inmutabilidad que habita en cada uno de los tres Vivientes Todopoderosos es evidente.

Definición de la palabra Inmutable en los Diccionarios.

1.      Que no puede ser cambiado o alterado.
2.      [persona] Que no se inmuta o es propenso a no inmutarse por nada.

Según el Diccionario Larousse la palabra INMUTABLE significa:
Que no puede ser cambiado. // Que no se inmuta.

Otros Diccionarios agregan otra regla más: Que no puede ser transferido.

DEFINICIÓN DE ABC TU DICCIONARIO MÁS FÁCIL.

Definición de Inmutable. El término inmutable presenta dos usos igualmente de extendidos… por un lado a aquello que no cambia bajo ninguna situación o condición se lo denomina comúnmente inmutable. “El valor de venta de este sillón es inmutable, no formará parte de la rebaja anual”. Y por otra parte, cuando alguien se caracteriza por presentar un ánimo inalterable, también bajo cualquier circunstancia o condición, se dirá de él que se muestra inmutable. “Juan se mantuvo inmutable toda la noche, ni siquiera realizó una mueca de diversión”. Entonces, se dice que algo es inmutable porque no se encuentra sometido a la condición del tiempo, que como sabemos resulta ser el requisito necesario del cambio.
Vía Definición ABC

El AT y el NT hablan con mucha claridad de la inmutabilidad de los tres miembros de la Trinidad. Aunque los tres Vivientes Todopoderosos comparten la misma Divinidad, atributos, sustancia y naturaleza, son absolutamente diferentes no pueden modificarse, que para poder distinguirse el uno del otro no pueden intercambiar la estructura de su propio ser o de lo que representan.

Ningún Viviente Todopoderoso puede transferir sus funciones inherentes a otro, ninguno de ellos puede usurpar la identidad del otro, tampoco pueden intercambiar sus rasgos. El Padre no puede transformarse o adoptar la posición de Hijo o Espíritu Santo; el Hijo no puede transformarse o adoptar la posición de Padre o Espíritu Santo. Tampoco el Espíritu Santo puede transformarse o adoptar la posición de Padre o Hijo. Los tres Vivientes Todopoderosos a pesar de ser inmanentes obviamente muestran una diferencia total en algunos aspectos.

La palabra “mismo”.

mismo significa que usted y yo no somos el, o lo(a) mismo(a). Mismo significa: Yo y no otro. Mismo NO significa: Yo soy el otro. Por ejemplo, mi esposa y yo somos uno, somos una Ejád o unidad compuesta; sin embargo, mi esposa puede estar en viaje de negocios en un extremo del país y yo en el otro, pero seguimos siendo una sola carne, NO somos la misma persona porque pertenecemos a sexos distintos.

Jesucristo nuestro Dios y Salvador, es, ha sido y seguirá siendo el Hijo mismo, desde la eternidad y hasta la eternidad. ¿Cómo podría IESÚS cambiar la estructura externa de su Ser para usurpar una personalidad que no le corresponde? El concepto de la inmutabilidad nos ayuda a entender que Jesús es Hijo de Dios, es Eterno, es Primogénito y es Unigénito del Padre, el Hijo es uno totalmente diferente al Padre en personalidad. ¿Existen textos que individualicen o identifiquen a cada uno de los miembros de la Trinidad por separado? ¡Claro que sí!

Jesús el mismo de siempre pero no es lo mismo con el Padre o con el Espíritu Santo. El apóstol Pablo inspirado por el Espíritu de Dios utilizó la palabra mismo para identificar por separado a cada uno de los miembros de la Trinidad.

Se dice que el Espíritu Santo otorga dones:
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo“ (1Corintios 12:4 RV60).
¿Es el Padre o el Señor Jesucristo quién otorga los dones? No, no es el mismo, es otro, es el Espíritu Santo.

Se dice que Iesús Cristo otorga ministerios:
5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo(1Corintios 12:4 RV60).
¿Es el Padre o el Espíritu Santo quien otorga los ministerios? No, no es el mismo, es otro, es el Señor Jesucristo.

Se dice que el Padre opera en la logística:
6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo” (1Corintios 12:4 RV60).
 ¿Es el Hijo o el Espíritu Santo quién realiza las operaciones? No, no es el mismo, es otro, es el Padre.

La inmutabilidad del Padre.

En el AT, el profeta Malaquías dice que el Padre es inmutable:
6 Porque yo Jehová no cambio” (Malaquías 3:6).
El Padre siempre seguirá siendo el Abba Kadosh, Él nunca ha sufrido ni sufrirá cambios en sus características esenciales (origen, personalidad, identidad y carácter).

Y en el NT, el apóstol Santiago también dice que el Padre es inmutable:
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17).
Sabemos que Santiago conoció personalmente a Cristo Jesús pues era su hermano carnal y lo distingue fácilmente como el Hijo; sin embargo, aquí distingue a la primera persona de la Trinidad como el Padre de las luces. Jehová el Padre tiene características propias que lo distinguen como Padre y no como Hijo ni como Espíritu Santo.

La inmutabilidad del Hijo.

El concepto de la inmutabilidad derriba la teoría unitarista de los neosabelianos; define la individualidad de cada uno de los miembros de la Trinidad, no permite el intercambio o transmutación de un Ser a otro. Derriba sin objeción alguna el falso concepto de las tres manifestaciones de Jesús. El Hijo de Dios tiene características propias que lo distinguen como Hijo y no como Padre ni como Espíritu Santo.

Primero dice el rey David sobre el Hijo:
27 Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán” (Salmo 102:27).

Después el autor de Hebreos nos confirma que 102:27 está hablando acerca del Hijo:
10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, 12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán” (Hebreos 1:10-12).

Después el rey Salomón dice sobre el Hijo:
23  Eternamente tuve el principado, desde el principio,
Antes de la tierra” (Proverbios 8:23).

Y el apóstol Pablo añade:
8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (Hebreos 13:8).

También el Sacerdocio inmutable de IESÚS es una de las funciones que marca la diferencia entre el Padre y el Hijo:
21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor [el Padre], y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec. 22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable (Hebreos 7:21-24).
Si a Iesús Cristo le corresponde el lugar de fiador ¿ante quién defiende la causa de los sentenciados? Es imposible que el Padre pueda ejercer la función de Sacerdote, porque Él es el Rey y Soberano, Él ha recibido desde la eternidad y hasta la eternidad exaltación y adoración de parte de su Hijo Jesucristo y de toda la creación.

No existe un solo texto paralelo del Antiguo Pacto donde el Padre haya dicho:
“Yo soy el camino la verdad y la vida” (Juan 14:6), porque este texto aplica exclusivamente al Hijo.

La gloria del Hijo es desde los tiempos aídios o aiónios, nunca fue efímera, es, ha sido y será eterna:
5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Juan 17:5).
Antes de encarnar en el vientre de María, el Hijo es, ha sido y será el Rey y Sacerdote inmutable, quién eternamente ha ministrado al único inmortal, al Dios invisible, al Padre de las luces.

La inmutabilidad del Espíritu Santo y cualidad de ser Intrínseco.

Una de las cualidades del Espíritu Santo es la de ser inmutable, tiene características propias que lo distinguen como Espíritu Santo y no como Padre ni como Hijo. En el AT, el profeta Isaías distingue a Jehová y al Espíritu de Jehová como dos Entidades distintas. Otra de las cualidades del Espíritu Santo es su poder de ser intrínseco, Él procede del Padre y del Hijo; sin embargo, el Padre y el Hijo no son intrínsecos, no proceden del Espíritu Santo, pues ni el AT ni el NT lo demuestran.

Aquí el profeta Isaías habla de Jehová:
10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” (Isaías 40:10-14 Biblia RV60).

Después el mismo profeta distingue a la segunda entidad, al Espíritu de Jehová:
12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? (Isaías 40:10-14 Biblia RV60).  
Observe que el profeta Isaías habla de la Omnipotencia de Jehová, y de la Omnisciencia del Espíritu Santo.  

Nuevamente observe cómo dos profetas distintos hacen una gran diferencia entre Jehová y el Espíritu de Jehová.

Primero dice el profeta Isaías:
1 He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:1-2).

Después dice el profeta Miqueas:
7 Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?” (Miqueas 2:7).   

El NT hace distinción plena de la individualidad del Espíritu Santo. Primero el apóstol Pablo dice que en el creyente mora el Espíritu de Dios; pero después le da un giro de 180o a su enseñanza y lo describe como el Espíritu de Cristo:
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:9).
¿Espíritu de Dios y Espíritu de Cristo son lo mismo que Espíritu Santo? Si la respuesta es positiva, entonces el agion pneuma (Espíritu Santo) mora en el Padre y en el Hijo. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, y tiene el poder para morar en el creyente.  

En el AT Dios prometió que derramaría su Espíritu Santo sobre todo aquel que invocare el nombre de Jehová:
28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. 30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. 31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. 32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” (Joel 2:28-32).

Y el NT da por realizada la promesa de Dios, que se efectuó el día de pentecostés en Jerusalén, el apóstol Pedro utiliza la primera llave para que los judíos recibieran la esperada promesa, al Espíritu Santo:

2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:2-4).

Y Jehová derramó de su Santo Espíritu en el día del Pentecostés sobre los que discípulos de Iesús Cristo.
14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. 15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. 16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Hechos 2:14-21).

Y el apóstol Pablo confirma que la promesa de Dios sigue vigente en pleno siglo 21 y lo seguirá siendo hasta que Jesucristo le lleve a usted y a mí en el arrebatamiento:
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1Corintios 3:16).

¿El Espíritu Santo es intrínseco en el creyente? Por supuesto:
19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1Corintios 6:19). 

Y Santiago reitera que Dios ha hecho morar en los creyentes su Santo Espíritu, el cual nos anhela celosamente:
5 ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?” (Santiago 4:5).   

El Espíritu Santo es intrínseco en el Padre y en los creyentes:
9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1Corintios 2:9-12).

El Espíritu Santo procede de Cristo Jesús y lo hizo intrínseco en sus profetas:
10 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos (1Pedro 1:10-11).

Nunca encontraremos en el NT que el Padre y el Hijo pueden habitar en el interior del Espíritu Santo, es todo lo contrario. Su inmutabilidad y su poder de ser Intrínseco en la Deidad y en el creyente demuestran que el Espíritu Santo es uno diferente al Padre y al Hijo.


CAPÍTULO
                                                                                                                                                                                                          XI
JESUCRISTO,
LA IMAGEN, LA GLORIA Y
LA SUSTANCIA DE DIOS.

“El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”.
“el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia”.

El Nuevo Testamento NUNCA habla de la imagen y sustancia de Jesucristo; SIEMPRE está hablando de la imagen y sustancia del Padre, las evidencias de la Biblia son más que contundentes.

Jesús el ícono del Dios.

La Biblia no habla de la imagen propia de Jesucristo, al ser el ícono de Dios significa que JESÚS carece de imagen propia:

15 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación” (Colosenses 1:15).

La Septuaginta griega lo expresa con más claridad:
ος         εστιν     εικων    του   θεου  του  αορατου   
quien  está siendo  imagen   de el     Dios   el     invisible
πρωτοτοκος   πασης   κτισεως     
primogénito     de toda    creación” Colosenses 1:15 

Observe minuciosamente que la partícula του es un artículo definido del caso genitivo, singular masculino. La partícula του tiene el sentido de pertenecía. La imagen que porta el Hijo no es propiamente de él sino de su Padre. Esto significa que el Hijo tiene el mismo parecido con el Padre, debido a la inmanencia que prevalece entre los dos se puede entender que el Hijo posee la misma genética del Padre.

En cierta ocasión el apóstol Felipe le dijo a nuestro Señor “muéstranos al Padre” ¿cuál fue la respuesta de JESÚS?  
9¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras” (Juan 14:9-10).

En este texto el Hijo Unigénito habla de 3 cosas importantes:
1.- De su inmanencia con el Padre: (yo soy en el Padre, y el Padre en mí?).
2.- Que el Padre y el Hijo tienen el mismo rostro o próswpon.
3.- Que sus discípulos jamás vieron la imagen del Hijo, sino la del Padre. 

No ignoramos que Satanás ha cegado el entendimiento de los neosabelianos para que no les resplandezca la luz del verdadero evangelio:
4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2Corintios 4:4 Biblia RV60).
Si el apóstol Pablo tenía el Espíritu Santo en su vida es imposible que nos haya mentido respecto a la ceguera espiritual.

Jesucristo es la imagen (χαρακτηρ) del Padre:

3 y la imagen [impronta] misma de su sustancia  (Hebreos 1:3b Biblia RV60).

Hebreos 1:3b dice que Jesucristo tiene la imagen del Padre. Los seres humanos no podemos darnos una idea de cómo es la forma de Dios, por eso el autor de la carta hace la analogía de una impronta, un grabado que marca, que imprime. La palabra griega que se usa en este verso es: χαρακτηρ = carácter, que fue traducida al español como imagen.

Nuevamente, usted puede ver que Cristo NO presenta una imagen propia de sí mismo, más bien presenta la imagen del Padre.  

Jesucristo es la sustancia o hipóstasis (ὑπόστασις) del Padre.

3 de su sustancia [hipóstasis]” (Hebreos 1:3c).

El Diccionaro en español de Strong describe la palabra hipóstasis de esta forma:
ὑπόστασις jupóstasis de un compuesto; sentarse bajo (soporte), i.e. (figurativamente) concretamente esencia, o abstractamente asegurar (objectivamente o subjectivamente): certeza, confianza, sustancia.

El diccionario expositivo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento Exhaustivo W. E. Vine, explica la palabra hipóstasis más ampliamente:

SUSTANCIA jupostasis (ὑπόστασις, 5287), lit., estar de pie debajo (jupo, debajo; stasis, estar de pie), aquello que se mantiene en pie o que es puesto debajo, fundamento, comienzo; de ahí, significa la cualidad de la confianza que lleva a uno a mantenerse bajo, soportar, o llevar cualquier cosa a cabo (2 Co 9.4: «nuestra confianza»; 11.17: «confianza»; Heb 3.14: «confianza»). Con el significado de «sustancia» se emplea en Heb 1.3, de Cristo, como «la imagen misma» de la «sustancia» de Dios; aquí el término tiene el significado de la verdadera naturaleza de aquello a lo que se hace referencia en contraste a la manifestación externa (véase la cláusula anterior); se refiere a la divina esencia de Dios existente y expresada en la revelación de su Hijo.


Jesús es resplandor de la gloria de Dios.

3 el cual, siendo [Jesucristo] el resplandor de su gloria, (Hebreos 1:3 Biblia RV60).

3  ὃς     ὢν                  ἀπαύγασμα                   τῆς    δόξης
Quien     siendo      resplandor emitido hacia adelante desde      de la     gloria
(Hebreos 1:3). 

Lea, repase, analice y medite Hebreos 1:3. Este texto no dice que el resplandor, la imagen y la sustancia son propiedades de Jesucristo sino del Padre, dicho de otra manera las propiedades ontológicas que tiene Jesucristo son del Padre:

Según la Septuaginta Jesucristo es el Resplandor o la Luz de YHWH emitida hacia adelante. No dice que JESÚS emite Luz propia, Él es la misma LUZ DE YAHWEH EMITIDA HACIA ADELANTE. En este texto podemos ver a Yahweh sentado en su gran trono emitiendo la Luz de su gloria.

El propio Jesucristo dijo ser la Luz (Juan; 8:12). Y sin objeción alguna el apóstol Juan mediante el Espíritu Santo dio testimonio que el Hijo era la Luz (Juan 1:4-9). De esta manera podemos entender que el Hijo no es el mismo con el Padre; sin embargo la inmanencia está presente a simple vista.

¿Cómo podrían los neosabelianos borrar estas evidencias? Para los neosabelianos es muy fácil ZOMBITIZAR a gente incauta que carece de entendimiento, pero estoy seguro que no es fácil engañar a Dios mismo con su propia palabra.

Jesucristo es prosöpón.

En el capítulo II es extensa la explicación sobre el significado πρόσωπον. En la Trinidad solamente el Padre y el Espíritu Santo han sido y seguirán siendo 100% Espíritus Invisibles; sin embargo Jesucristo cuando encarnó en el vientre de María se convirtió en el Hijo del Hombre. Como todos sabemos, el cuerpo humano con que nació Jesucristo ahora es glorificado.


En conclusión, Hebreos 1:3 obliga al lector a entender que IESÚS no es el resplandor de sí mismo, no es el carácter de sí mismo y no es la hipóstasis o sustancia de sí mismo, IESÚS es parte de Dios Padre. El Hijo posee cualitativa y cuantitativamente todas las propiedades de su Progenitor.

CONTINÚA…