martes, 14 de febrero de 2017

MARÍA, ¿CELESTIAL O TERRENAL? PARTE II

Ø CUARTO MITO: MARÍA, SIEMPRE VIRGEN.

LA VIRGINIDAD PERPETUA DE LA MADRE DE DIOS
En el Concilio de Letrán celebrado en el año 649 se efectuó la solemne definición dogmática de la VIRGINIDAD PERPETUA DE LA MADRE DE DIOS. Los Padres del Concilio inspirados por el Espíritu Santo compusieron el canon tercero que declaraba este dogma: 

“Si alguno, de acuerdo con los Santos Padres, no confiesa que María Inmaculada es real y verdaderamente Madre de Dios y siempre Virgen, en cuanto concibió al que es Dios único y verdadero el Verbo engendrado por Dios Padre desde toda la eternidad en estos últimos tiempos, sin semilla humana y nacido sin corrupción de su virginidad, que permaneció intacta después de su nacimiento, sea anatema”. 

Hay un personaje que resalta y hace justicia respecto a esta definición. Se trata de Máximo de Turín, obispo de Turín ya en el año 398, (se cree que murió entre el 408 y el 423). Fue uno de los que prácticamente se anticipó a la definición del dogma de la Perpetua Virginidad. En uno de sus sermones (5: PL 57, 235) se expresó en estos términos:

“La Virgen concibe sin la intervención de varón; el vientre se llena sin el contacto de ningún abrazo; y el casto seno se acogió al Espíritu Santo, que los miembros puros custodiaron y el cuerpo inocente albergó. Contemplad el milagro de la Madre del Señor: es virgen cuando concibe, virgen cuando da a luz, virgen después del parto. ¡Gloriosa virginidad y preclara fecundidad!”.


En Lucas 1:26-38 encontramos el primer testimonio de una virgen dada en matrimonio a José de la descendencia de David.
26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret 27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.
Ahora bien, la ley de Moisés era estricta, demandaba que las mujeres solteras debían permanecer vírgenes, pero, si alguna mujer perdía su virginidad o salía embarazada sin estar casada debía morir lapidada. José había hecho los arreglos para contraer matrimonio con María, es posible que estuviera muy enamorado de su prometida, pero se le presentó un gran obstáculo, María aunque era virgen estaba embarazada.
18 Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo” (Mateo 1:18).
La parte que dice: “había concebido del Espíritu Santo”, no significa que nuestro Dios Espíritu haya tenido relaciones sexuales con la madre de Jesús; sencillamente su poder traspuso o arrebató al Mesías, desde el tercer cielo hasta el vientre de María.

Pero José, al saber que su prometida estaba embarazada, pensaba despedirla en secreto, para no arriesgar su vida, pues estaba seguro que ella moriría lapidada, pero un ángel se le apareció en sueños:
20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,  Y llamarás su nombre Emanuel,  que traducido es: Dios con nosotros. 24 Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.

Uno de los textos que le han generado dolores de cabeza a la Iglesia Católica de Roma es este:
25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.   
La iglesia Católica defiende acaloradamente la doctrina de María siempre Virgen, pero la palabra de Dios la descalifica, porque la palabra hasta demuestra una pausa o demora de algo que se debe realizar. Pero en concreto, ¿en qué nos beneficia a usted y a mí la virginidad de María?

En Lucas capitulo 2, vemos que José el esposo de María vivía en Galilea, donde antiguamente era la tribu de Neftalí, al norte de Palestina. Por un edicto de Augusto Cesar todo el mundo debía ser empadronado, así que José tomó a María su esposa, la cual estaba embarazada y se trasladaron a su lugar de origen, a Judea la ciudad de David (Lucas 2:4-5). Estando José y María en Belén Efrata, se cumplieron los días, y ella parió a su hijo primogénito, a JESÚS, en un pesebre.
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:7).

·        Después del parto es imposible quedar virgen.

La información bíblica que habla sobre el rompimiento de la placenta y la apertura de la matriz de María para expulsar el cuerpo de Jesús está más clara que el agua.

El evangelio de Lucas destaca la importancia de cuatro rituales implícitos en la ley mosaica: La circuncisión, la primogenitura, la purificación y los sacrificios de Holocausto y Expiación. El doctor Lucas enfatiza dos frases: “Conforme a la ley de Moisés”. Y: “Conforme a lo que se dice en la ley del Señor” (Lucas 2:22-24).
Solo el evangelio de Lucas aporta datos fidedignos sobre la purificación de María y las ofrendas y sacrificios que ella ofreció después del parto conforme a la ley de Moisés. Los rituales de la ley y los 4 evangelios exponen a María como un ser humano mortal, con las mismas pasiones y debilidades que tenemos  usted y yo.

·        Todo sobre la ley del parto en Levítico 12.

Existen 4 evidencias en el Antiguo Testamento que la propia iglesia Católica no puede refutar. La ley mosaica impone deberes a las madres parturientas, a los papás y a los niños recién nacidos.

La purificación: En la ley de Moisés tanto el parto como la menstruación aplican el mismo deber y mismo ritual de purificación. El evangelio de Lucas dice que María realizó el ritual de purificación, esto demuestra que ella estuvo arrojando sangre por la matriz aproximadamente 40 días. Tan solo este ritual enfatiza que el útero y la vagina de María se dilataron para dar paso al cuerpo de Jesús, esta evidencia niega que la matriz y la vagina de María hayan quedado intactas.

La circuncisión: Jesucristo es de la tribu de Judá, por tanto, estaba sujeto a la ley de Moisés, al octavo día fue llevado al templo de Jerusalén para ser circuncidado (Génesis 17:11-12; Lucas 2:21).

La primogenitura: Jesús fue llevado al templo, porque era el primogénito de José y María, conforme a la ley de Moisés (Números 3:13; Lucas 2:22). Esta evidencia demuestra que los demás hermanos de Jesús eran hijos de María, José no era viudo, ni pudo tener otros hijos con una primera esposa. 

Los sacrificios de Holocausto y Expiación: (Levítico 12:6-8; Lucas 2:24). El  sacrificio de holocausto es una ofrenda para Jehová, que debe ser consumida en el fuego hasta quedar en cenizas. María ofreció este sacrificio a Dios como ofrenda grata. El segundo sacrificio, el de expiación, era para quitar su pecado, pues ella cuando estuvo en estado de impureza arrojó sangre por aproximadamente 40 días. Esta evidencia también demuestra que María ya no quedó virgen.

·        Ley de la purificación en el AT.

1 Habló Jehová a Moisés, diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda. 3 Y al octavo día se circuncidará al niño. 4 Mas ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre, y ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación. 5 Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis estará purificándose de su sangre. 6 Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote; 7 y él los ofrecerá delante de Jehovah y hará expiación por ella y será limpia del flujo de sangre. Esta es la ley para la que diere luz hijo o hija. 8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella y será limpia (Levítico 12:1-8).
    
·        Ley de la circuncisión y de la purificación en el A.T., confirmado en el N.T.

21 Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. 22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor), 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos” (Lucas 2:21-24). 

Es, pues, evidente que José y María siendo judíos cumplieron con la demanda de ley mosaica, ofrecieron sacrificios de holocausto y expiación. 

El Antiguo y el Nuevo Testamento no apoyan el falso argumento católico de María siempre virgen; sin embargo el Vaticano pudo sembrar esta mentira exitosamente en el corazón de sus adeptos, incluso, todo aquel que no acepta este dogma de hombre queda bajo maldición (anatema). Por tanto, es necesario derribar este falso argumento que se levanta contra el conocimiento de Dios y cautivar este pensamiento católico a la obediencia de Cristo (2Corintios 10:5).

Es desafortunado para los “feligreses católicos” no tener la capacidad espiritual e intelectual para escudriñar las Sagradas Escrituras. Es desafortunado para los “feligreses católicos” no poder cuestionar e indagar sobre esta serie de doctrinas que rebasan la fantasía y la realidad. Pero más desafortunado sería para los “feligreses católicos” que, después de escudriñar las Sagradas Escrituras sean declarados anatemas y excomulgados de su congregación, por cuestionar la “virginidad” de María.

Ø QUINTO MITO: MARÍA NO TUVO MÁS HIJOS.

La iglesia católica utiliza muchos argumentos para defender la virginidad de María:


·        Que José nunca tuvo relaciones sexuales con María. Pero la pregunta es: ¿Qué parte de la ley de Moisés prohíbe la unión sexual en un matrimonio legal?

·        Que la Biblia habla de los hermanos de Jesús pero no de los hijos de María.

·        Que José era viudo cuando contrajo matrimonio con María.

·        Que Jacobo, José, Simón, Judas y sus hermanas eran hijos de la primera esposa de José; sin embargo la Biblia no tiene ninguno de estos registros.

Si fuera verdad que José tuvo una primera esposa antes que María, entonces Jesús no podría ser el hijo primogénito de José. La primogenitura le correspondería al primer hijo de su primera esposa. Este ejemplo lo vemos en el patriarca Jacob; él solamente reconoció como primogénito a uno de sus primeros cuatro hijos, a Rubén (Génesis 49:3). Observe atentamente que cada una de las mujeres de Jacob (Lea, Raquel, Zilpa y Bilha) tuvieron a su primer hijo primogénito, pero Jacob el patriarca identificó sólo a uno como primogénito sobre los demás, a Rubén.

José no hubiera podido presentar a un segundo hijo como  primogénito por segunda vez en el templo de Jehová. También es contradictorio y absurdo que Jesús siendo preeminente en todo según Colosenses 1:18, no pueda ser el mayor de sus hermanos carnales.

La Biblia versión Nácar-Colunga traduce de esta manera Lucas 2:23: “Según está escrito en la ley del Señor que <<todo varón primogénito […] sea consagrado al Señor>>.
Todas las versiones católicas omiten por completo las palabras [abriendo matriz] porque así conviene a los intereses de la iglesia de Roma. Pero si usted posee una Biblia interlineal griego-español podrá ver qué es lo que falta.

23  καθως Según como γεγραπται ha sido escrito εν  en νομω ley κυριου de Señor οτι que παν Todo αρσεν macho διανοιγον abriendo μητραν matriz αγιον santo τω a el κυριω Señor κληθησεται  será llamado Lucas 2:23 (Nuevo Testamento Westcott y Hort Interlineal griego-español).
     
Para sostener el argumento de “María Siempre Virgen”, las notas pie de página de la Biblia Nacar-Colunga dan una explicación absurda de la primogenitura de nuestro Señor Cristo Jesús:

“7<<Dio a luz a su hijo primogénito>>. El vocablo primogénito no implica que después haya tenido otros hijos, el griego Prototókon corresponde al hebreo bekor, que es el primer hijo de una madre que como tal pertenece a Dios (Éxodo 2:22; 13:2; 34:19) y tiene que ser rescatado por eso aquí primogénito tiene un sentido técnico legal, y se aplica al primer Hijo que naciera, el evangelista, pues, con este adjetivo quiere preparar la narración de la presentación al templo (2:22-24). Por otra parte el griego común o koiné (en que está escrito el Evangelio), la palabra prototókon tiene el  sentido amplio de primer nacido, aun en el caso de que la madre no tuviera más hijos”.

Es absurdo pretender que la palabra prototókon tenga un sentido amplio; tal vez lo fuera si la palabra griega Monogenés (Unigénito) no existiera, y esta no es una palabra aislada en el N.T.

Si Jesucristo no es el hijo primogénito de José, entonces él NO hubiera podido presentarlo en el templo de Dios. Sin embargo la Septuaginta y todos los textos antiguos del griego koiné dicen que cumplidos los días de purificación “le trajeron a Jerusalén”, esto significa que el Señor Jesús fue presentado en el templo de Jehová, demostrando que es el hermano mayor de los hijos de José y María. Aún dentro de sus hermanos carnales JESÚS es preeminente y por consiguiente prwtotókos (primogénito) de todos ellos (Romanos 8:29; Colosenses 1:18).

Con respecto al Dios Todo Poderoso, Jesucristo es Primogénito y Unigénito. Con respecto a María, Jesucristo es el primogénito porque abrió la matriz al salir de ella, pero NO es hijo unigénito puesto que tuvo más hermanos. Estas son las citas bíblicas que aluden a los hermanos menores de Jesús:
“Su madre y sus hermanos estaban fuera y pretendían hablarle”. (Mateo 12:46; Marcos 3:31-35; Lucas 8:19-21).
 
“¿Su madre no se llama María, y sus hermanos Santiago y José, Simón y Judas? Sus hermanas... (Mateo 13:55).

“porque ni aún sus hermanos creían en él” (Juan 7:5). Las palabras “ni aún” incluyen solamente a los hermanos carnales de Jesucristo.

Cuando el apóstol Pablo reclama sus derechos de esposo, alude a los hermanos de Cristo Jesús:
“¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor y Cefas? (1Corintios 9:5).

En su primer viaje a Jerusalén, el apóstol Pablo asegura que vio a Jacobo, uno de los hermanos carnales de nuestro Señor:  
“pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor” (Gálatas 1:19).
Si Santiago era hermano espiritual de Jesucristo entonces Pablo hubiera dicho:
“pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo mi hermano en el Señor” (Gálatas 1:19).

Ø SEXTO MITO: MARÍA SUBIÓ AL CIELO.

LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS.
El 1 de noviembre  de 1950, día de todos los Santos, en la Plaza de San Pedro en Roma, el Papa Pío XII, mediante la constitución apostólica Munificentissi Deus,  hizo la proclamación dogmática de LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS con estas emotivas palabras:

“PROCLAMAMOS, DECLARAMOS Y DEFINIMOS SER DOGMA DIVINAMENTE REVELADO QUE LA INMACULADA MADRE DE DIOS, SIEMPRE VIRGEN MARÍA, ACABADO EL CURSO DE SU VIDA TERRENA, FUE ASUNTA EN CUERPO Y ALMA A LA GLORIA CELESTIAL”.

De todo lo que se ha escrito sobre la Asunción de la Virgen a los cielos, antes de la proclamación del dogma, impresiona leer un párrafo de San Antonio de Padua, en un sermón que dirige en la festividad de la Asunción. Guiado por el Espíritu Santo, con un discernimiento asombroso y apoyado en las Escrituras, manifiesta con autoridad reverente:

 “la Bienaventurada Virgen María fue asunta con el cuerpo que había sido tabernáculo del Señor. Por eso dice el salmista: ¨Ven, Señor a tu reposo. Tú y el Arca de tu santificación¨. Como Jesucristo resurgió de la muerte de la muerte vencida y subió a la diestra del Padre, así también resurgió el arca de su santificación, porque en este día la Virgen Madre fue asunta al tálamo celestial” 

El Concilio Vaticano I definió la palabra “dogma” en forma tácita: “Ha de ser creído fide divina et catholica todo lo que está contenido en la palabra de Dios escrita o transmitida y que ha sido proclamado por la iglesia como algo que hay que creer como formando parte de la divina revelación o con un juicio solemne o con el magisterio ordinario  y universal”.

Posteriormente esta fiesta volvió a celebrarse en su fecha de origen: el 1ro de enero, bajo el nombre de Santa María Madre de Dios. Siglos atrás se celebraba esta fiesta en la antigua liturgia Romana.
Para los Exegetas que han escudriñado y elaborado la Biblia de Jerusalén, la palabra LLENA DE GRACIA significa: “Tú que has estado y sigues estando llena de favor divino”, esto es libre de toda mancha y culpa alguna.
Si bien es cierto, no está claramente explícito en las Sagradas Escrituras, que la Virgen fue “ASUNTA, EN CUERPO Y ALMA A LA GLORIA CELESTE”, sin embargo, fue un sentir general de toda la iglesia (desde los primeros siglos), su creencia y aceptación, como claramente lo expone el Papa Pío XII, en la Bula Dogmática, al argumentar el ¿por qué? tenía razones suficientes y había llegado el momento propicio de definir como Dogma este santo privilegio. Veamos lo que dice: “Por consiguiente, pues la universal Iglesia, en la cual rige el Espíritu de la Verdad, que infaliblemente la dirige en orden a perfeccionar el conocimiento de las verdades reveladas, ha manifestado su fe de múltiples maneras en el decurso de los siglos; y, pues los Obispos de todo el orbe, con casi unánime consentimiento, solicitan que sea definida como dogma de fe divina y católica la verdad de la Asunción corporal de la Beatísima Virgen María a los cielos verdad que se apoya en la Sagrada Escritura, está hondamente arraigadas en el alma de los fieles cristianos, comprobada por el culto eclesiástico ya desde tiempos antiquísimos, sumamente acorde con las demás verdades reveladas, espléndidamente desarrollada y aclarada por el estudio, ciencia y sabiduría de los teólogos, creemos llegado ya el momento, predeterminado por los designios de Dios providente, en que solemnemente proclamemos este insigne privilegio de la Virgen María”.

¿Puede subir un ser humano en su propio poder y en su propia voluntad al cielo?

La Biblia dice que Jesús nombró a María como madre de Juan y a Juan como hijo de ella, desde ese momento el discípulo la recibió en su casa (Juan 19:27), convirtiéndose en el  protector de María hasta su muerte en Éfeso. El apóstol Juan fue un testigo de primera línea, él hubiera registrado la ascensión de María a los cielos; sin embargo, no hay tal información.
El único caso de ascensión al cielo que registró el apóstol Juan fue el de Jesucristo:
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el hijo del hombre, que está en el cielo” (Juan. 3:13).
El único que podía subir al cielo es aquel que descendió del cielo, Jesucristo. María nació en la tierra, por lo tanto, era imposible que ascendiera al cielo.

Por favor, piense por un momento, si María descendió del cielo no se hubiera dado en matrimonio con un hombre terrenal, con José. En los tiempos de Noé algunos ángeles bajaron del cielo, se hicieron cuerpos humanos para tomar esposas terrenales, por esto Dios los castigó y los puso en celdas de oscuridad (Génesis 6:1-3; 2Pedro 2:4).
Dios jamás hubiera permitido la unión de una mujer celestial con un hombre terrenal.

Otro testimonio de Juan el bautista es este: El que viene del cielo reina sobre todos, es imposible que María sea reina del cielo, pues ella nació aquí en la tierra.
31 El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra es terrenal y cosas terrenales habla, el que viene del cielo es sobre todos” (Juan 3:31).
Este texto demuestra una gran diferencia entre dos seres diferentes: una celestial y la otra terrenal; una espiritual y otra carnal, María siendo terrenal no puede ser reina del cielo.

Si estuviera vivo aquel que dicen que fue el “primer papa” el apóstol Pedro, exhortaría a la iglesia Católica apostólica con estas palabras:
11 Este Jesús es aquella piedra que vosotros desechasteis al edificar, la cual ha venido a ser la principal piedra del ángulo. 12 Fuera de él no hay que buscar la salvación en ningún otro. Pues no se ha dado a los hombres otro Nombre debajo del cielo, por el cual debamos salvarnos” (Hechos 4:12 Biblia de Oro Félix torres Amat).
Debajo de estos cielos Dios Padre estableció un nombre poderoso que le salva a usted y a mí, el nombre de JESÚS. ¿Sabe porqué? Porque nadie más que el Hijo de Dios descendió de los cielos sólo él. María no le puede salvar a usted porque ella no descendió del cielo. 

El apóstol Pablo resalta el mismo argumento:
“Y eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo” (Ef. 4:9-10).
Solamente Jesucristo descendió a la tierra y ascendió al cielo. María no podía ser asunta al cielo puesto que nuca descendió de arriba.

María vivió en un período de transición, de la ley a la gracia de Dios, fue testiga de la muerte, resurrección y ascensión de su hijo JESÚS. Es lógico que ella conociera la promesa de la resurrección, como todos los judíos y los discípulos del Señor.
22  Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1Corintios 15:22-23).   
Las primicias y los que son de Cristo NO han resucitado todavía, entonces no pueden ascender al cielo en cuerpo y alma. Solo Jesucristo resucitó y ascendió a los cielos en el cuerpo con que fue crucificado pero glorificado, falta un evento inevitable el arrebatamiento, sólo en este evento todos los que pusieron fe en Jesucristo; todos los que nacieron en la tierra podrán ascender en cuerpos glorificados al cielo, junto con María, la madre de Jesús. Analice lo que Pablo dijo al respecto:
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18  Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1Tesalonicenses 4:13-18). 

Las Sagradas Escrituras solo dan testimonio de dos personas que están en el cielo en carne y sangre, pero no ascendieron en su propio poder y voluntad, Dios mismo los traspuso para no ver muerte, uno de ellos es Enoc (Génesis 5:21-24; Hebreos 1:5) y el otro es el profeta Elías (2 Reyes 2:9-11). Estos dos varones fueron traspuestos al cielo, para un evento que Dios ha preparado.

La iglesia Católica Apostólica Romana enseña que María ascendió al cielo en carne y sangre igual que Enoc y Elías, que ella no experimentó la muerte. Sin embargo el apóstol Pablo respecto a la carne y sangre dice:
“Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no podrán heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción” (1 Corintios 15:50),
Todo ser humano al morir entra a un estado de descomposición o putrefacción, es por eso que se dice que tenemos un cuerpo corruptible, en este aspecto nadie puede entrar al reino celestial, la naturaleza corrupta no puede ascender a los cielos.

Imposible que María subiera al cielo en cuerpo y alma sin experimentar la muerte y resurrección. El Espíritu Santo debió transformar el cuerpo corrupto de María a un cuerpo glorificado. Lamentablemente, el Nuevo Testamento no registra este hecho, sólo testifica sobre la resurrección y glorificación del cuerpo de Jesucristo.
“Y si el Espíritu de aquel [el Padre] que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8:11).
La resurrección es una obra del Espíritu Santo, pero si María ascendió en carne y sangre entonces el apóstol Pablo mintió respecto al oficio del Espíritu de vida. Enoc y Elías aún no han muerto; sin embargo Dios ha establecido que toda la humanidad debe experimentar la muerte: esto significa que Enoc y Elías van morir.
“27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, (Hebreos 9:27).

Si Dios ha establecido que la humanidad deba experimentar la muerte, de igual manera ha establecido que la humanidad deba experimentar la resurrección, entonces Enoc y Elías después de morir en manos de la bestia que sube del abismo, van a ser resucitados, pues dice Apocalipsis:
7 Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos [Enoc y Elías], y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. 9 Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. 10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra. 11 Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. 12 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron” (Apocalipsis 11:3-12).
Todo género humano va a morir algún día, y algún día resucitará, porque Dios lo ha establecido de este modo. María no estaba exenta de morir y seguramente resucitará.

·        SÉPTIMO MITO: MARÍA LA INTERCESORA.

La  octava iglesia de Roma enseña que María está a la diestra de Jesucristo intercediendo por aquellos que se acercan al trono de la gracia. La ciencia de la Mariología impone que María es la intercesora, pero, si ella es la madre de Dios ¿qué necesidad tendría de interceder por el mundo? todo estaría sujeto bajo su dominio, poder y voluntad.
Sin embargo el apóstol Pablo dice que el único intercesor es Cristo:
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros” (Romanos 8:34).
Solo Cristo murió en la cruz, ni Pedro, ni ninguno de sus discípulos, ni su propia madre hubieran aceptado este sufrimiento extremo para interceder a favor del mundo.

No es la obra de María, sino la obra de Cristo Jesús en la cruz que le dio todo el derecho de tener un Sacerdocio inmutable para interceder ante el Padre a favor de los que han puesto fe en él.

22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; 24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos” (Hebreos 7:22-23). 

La palabra profética del Nuevo Testamento no tiene un solo versículo que diga que María sería intercesora del mundo en el cielo, ni que recibiría un sacerdocio inmutable para ministrar a la diestra de Jesucristo. La palabra profética solo hace referencia al sacerdocio de Jesucristo.
“Mas éste por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder” (Hebreos 7:24-25).
El sacerdocio real de Jesucristo es inmutable; es intransferible, no puede pasar de Jesucristo a María.

1Juan 1:8-10 habla de un intercesor de género masculino, NO se refiere a alguien del género femenino.
“Si decimos que no tenemos pecado nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1Juan 1:8-10).                  
Y Juan agrega que si llegáramos a pecar tenemos un abogado, no una abogada:
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1Juan 2:1).

Dice el autor de la carta a los Hebreos que las cosas celestiales fueron purificadas por un mejor sacrificio, el de Jesucristo:
“Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que éstos. Porque no entró [Cristo] en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora en favor nuestro ante Dios” (Hebreos 9:23-24).
María no sacrificó su vida para purificar los pecados de la humanidad y presentarse en el santuario de Dios como intercesora.

Si María no es intercesora, tampoco lo es el que está dentro del confesionario católico, ningún ser terrenal puede tomar el lugar de Jesucristo para perdonar los pecados. Si usted desea confesar sus pecados busque el lugar más íntimo de su hogar, doble sus rodillas con la plena certidumbre de que está en la presencia de Jesucristo, y pida perdón o cualquier cosa con fe, y su petición será atendida inmediatamente. Nuestro mayor error sería esperar que nos perdone un intercesor terrenal, cuando en realidad tenemos un intercesor celestial, a Jesucristo.

·        OCTAVO MITO, MARÍA LLENA DE GRACIA.

La octava iglesia de Roma engaña al decir que María es fuente de toda gracia. (Lucas 1:28) Existe una controversia respecto al término “Llena de gracia”, porque la  Biblia versión Reina-Valera dice: “Has sido grandemente favorecida”, pero San Jerónimo en su traducción Vulgata Latina copiada de la versión griega o Septuaginta escribe el término como “Llena de gracia”. Esta traducción es muy tendencia, porque hace ver a María como la que otorga la gracia al ser humano. Un sacerdote católico explica que la palabra kejaritömenë tiene un significado difícil de explicar, y lo expresa de esta manera “La que siempre, la que desde siempre, desde antes de nacer ha estado plena, llena de la gracia de Dios”.

El interlineal griego-español Westcott y Hort traduce κεχαριτωμενη (kejaritömenë)  como: has sido grandemente favorecida.
28  και Y εισελθων habiendo entrado προς hacia αυτην a ella ειπεν dijo χαιρε Estés regocijando κεχαριτωμενη has sido grandemente favorecida ο el κυριος Señor μετα con σου de ti” (Lucas 1:28).

La palabra κεχαριτωµενη (kejaritömenë), está en participio, en voz perfecta pasiva y se deriva del verbo charitoö, indicando perfectamente que María es la que recibe la gracia divina de Dios.
La palabra κεχαριτωµενη jamás indica que María sea la fuente de toda gracia, jamás otorgó de su gracia a otras personas, pues ella era un ser humano como usted y yo.

Esta opinión del Diccionario E. Vine desmiente la mentirita de la Iglesia de Roma:
caritoo (χαριτόω, 5487), relacionado con A, Nº 2; otorgar caris. Significaba primeramente hacer gentil, y vino a denotar, en griego helenístico, hacer encontrar favor (Lc 1.28: «muy favorecida», RV, RVR); en Ef 1.6, se traduce «nos hizo aceptos en el Amado» (Besson: «nos favoreció»); no significa aquí dotar de gracia. Gracia implica más que favor; la gracia es un libre don, en tanto que el favor puede ser merecido o ganado. VINE DICCIONARIO EXPOSITIVO DE PALABRAS DEL ANTIGUO Y DEL NUEVO TESTAMENTO EXHAUSTIVO
W.E. VINE

También el Comentario de Thomas Robertson no está de acuerdo con la Ciencia de la Mariología.
28. Muy favorecida (kecharitömenë). Participio perfecto pasivo de charitoö y significa dotada de gracia (charis), enriquecida con gracia como en Efesios 1:6, non ut mater gratiae, sed ut filia gratiae (Bengel). La Vulgata gratine plena «es correcta, si significa «llena de gracia que has recibido»; incorrecta, si significa “llena de gracia que tienes para otorgar”» (Plummer). Los más antiguos MSS. no tienen «Bendita tú entre las mujeres» aquí, sino en el versículo 42.
COMENTARIO AL TEXTO GRIEGO DEL NUEVO TESTAMENTO Archibald Thomas Robertson.


Los expertos en Mariología saben y reconocen que los que han puesto su fe en Cristo Jesús recibieron la misma gracia de Dios (Efesios 1:4-6) de la misma manera que la recibió María (Lucas 1:35). Es obvio que Dios derrama de su Espíritu Santo según la medida de nuestra fe. María recibió más gracia porque era más grande su fe, aceptó sin dudar recibir en su vientre al Hijo del Altísimo. La Biblia se opone a la doctrina de la Mariología, porque el Espíritu de gracia solamente procede del Padre y del Hijo (Mateo 3:11; Juan 14:26; Romanos 8:9).
El Nuevo Testamento dice: 16 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y verdad…Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:14, 16).
En este pasaje vemos que la verdadera fuente de la gracia es el Hijo Unigénito. También la salvación es por medio de la gracia, y esta procede de su legítimo dueño, Dios (Efesios 2:8).

Ø SIN PECADO CONCEBIDA

La iglesia Católica explica que María fue concebida en la misma forma que ella concibió a su hijo Jesús. Que Ana madre de María no tuvo relaciones sexuales con su esposo.
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus. "...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)

La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.

María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado.

Fundamento bíblico

La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.

Cristo Jesús ha sido la única persona que no recibióla herencia genética de un varón solo el de la mujer, como ya sabemos, él, antes de encarnar en el vientre de una mujer ya existía en el cielo. El Hijo del Altísimo fue trasladado del cielo al vientre de María por medio del Espíritu Santo, según las Sagradas Escrituras.

Sin embargo, María no tuvo una preexistencia en el cielo, del mismo modo que Jesucristo, recuerde, el A.T. no tiene palabra profética al respecto, la biografía de ella no es extensa, ni puede demostrar que María antes de ser engendrada en el vientre de su madre haya existido igual que el Cristo dentro del seno de la Trinidad. El Nuevo Testamento ubica a María como una perfecta criatura terrenal, como usted y como yo.

Todos los seres humanos se reproducen sexualmente. Por lo tanto María siendo terrenal fue concebida por la unión de papá y mamá, recibió los cromosomas masculinos y femeninos.

Pero, ¿luego entonces Dios condena las relaciones sexuales? ¿Dios está a favor del celibato y en contra de la procreación? ¿Es pecado que una pareja judía unida legalmente se conocieran en la intimidad?

Uno de los libros del Pentateuco dispone así de los deberes de una pareja:
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne” (Génesis 2:24; Mateo 19:3-6; Efesios 5:31). 
¿Qué significa “y se unirá a su mujer”?
¿Qué significa “una sola carne”?

28  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra” (Gen 1:28).
¿Qué significa “Fructificad y multiplicaos”?
¿En qué forma se puede multiplicar la humanidad?

Es probable que algún creyente de los corintios se hubiera deleitado en la incontinencia pero terminó mal la relación en su matrimonio y le pidieron orientación al apóstol Pablo. Dice el apóstol  al respecto:  
1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia” (1Co 7:1-5). 

Las relaciones maritales hombre mujer no constituyen un pecado, Dios consagró el matrimonio, decretó la unión marital en forma solemne, como ya lo vimos. La fornicación sí es un pecado, a todo acto sexual ilegal se conoce como fornicación. Existen deberes entre el marido para con la mujer y viceversa, el hombre es dueño de la mujer y la mujer es dueña del hombre. Solo por mutuo acuerdo la “una sola carne” puede separarse para dedicarse a la oración, acordando los días de continencia, sin sobrepasarse, para que alguno de los dos no incurra en alguna infidelidad.  

La iglesia católica reconoce que no es bíblica la Inmaculada Concepción, que sólo está guardada en la tradición de los apóstoles, y que fue promulgada como dogma de fe por un hombre mortal. Sin embargo, recuerde que si la palabra profética del Antiguo Testamento apoya este argumento mariano debemos creer, pero si no lo hace, entonces debemos desecharlo. 

·        El Bautizo.

El Señor Jesucristo, en su gran comisión enseñó que el bautizo debe efectuarse en el nombre de tres personas, el Padre el Hijo y el Espíritu Santo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo    28:19).
Si el argumento de la iglesia Católica es verdadero, y María es madre de la segunda persona de la Santísima Trinidad, significa que ella ha adquirido una posición elevada a Diosa. De ser así, entonces los católicos deberían bautizarse en el nombre del Padre, de la Madre, del Hijo y del Espíritu Santo, pero entonces ya no serían una Trinidad, tal vez podría llamárseles  “Polideidad”.

Si María fuera madre de la segunda persona de la Trinidad formaría parte de los Creadores, lo cual es imposible porque ella forma parte de la creación. María aportó solamente su naturaleza humana a Jesús, pues la Biblia dice que él ya existía antes que Abraham (Juan 8:58).  El propio JESÚS se auto nombró el hijo del Hombre (Marcos 2:10). Para la redención del hombre era necesario que nuestro Señor Jesucristo fuera hombre terrenal, igual a su madrecita santa.

·        La Trinidad económica.

Dentro de la trinidad económica los oficios de cada una de las personas son diferentes:
4 Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
5 Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.
6 Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en
    todos, es el mismo” (1Corintios 12:4-6). 

JESÚS es 100% Dios y 100% humano. En su condición humana desempeñó el oficio de Salvador y Redentor, de otro modo ¿cómo hubiera redimido nuestras vidas en la cruz? Cuando JESÚS tomó un cuerpo humano, quedó sujeto a la autoridad del Padre. En su oficio de Redentor se subordinó al Padre, y en este aspecto también estuvo sujeto a la ley  de Moisés.

También Jesucristo dijo: “El Padre mayor es que yo”.
28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo” (Juan 14:28). 
Cuando JESÚS estaba en su condición humana no era igual al Padre, pero sí era igual a María, ambos eran humanos y estaban sujetos a la ley de Moisés.

En conclusión, Dios tiene 7 atributos que lo distinguen como un ser superior al ser humano, el ser humano no se deriva de la sustancia de Dios. El ser humano es de una sustancia extraña al Creador, pertenece al mismo orden de las criaturas. Las Escrituras descalifican la intercesión de María. A la iglesia Católica le falto un argumento para que cuajara bien su falsa doctrina: El sacerdocio de María del orden de Melquisedec. Las Escrituras señalan que María era judía, por lo tanto estaba sujeta a la ley de Moisés, era terrenal luego entonces era mortal, jamás descendió del cielo, mientras que Jesucristo es celestial, porque solo él es el único que descendió del cielo para darnos sabiduría, justificación, redención y santificación (1Corintios 1:30). ¡¡Aleluya!!

FIN